Arapaz nació como MPDL-Aragón en 1991, debido al componente de sensibilización que supuso la llegada a España, bajo la responsabilidad del Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL), de 2.000 desplazados procedentes de la guerra de la antigua Yugoslavia. En concreto, a Aragón llegaron 86 personas, en su mayoría familias monoparentales.

La respuesta, tanto de las instituciones como de la población aragonesa, fue muy positiva y, a partir de ese momento, todos se volcaron con Arapaz para ayudarle a solucionar los problemas inminentes de estos desplazados. Además, debido a la colaboración desinteresada de los medios de comunicación, se estableció un vínculo solidario con las víctimas de esa guerra.

A principios de 1992, Arapaz puso en marcha una campaña de ayuda humanitaria con destino a las víctimas de la guerra de la antigua Yugoslavia. El almacén provisional donde se recogía la ayuda se situó en unas salas vacías del Hospital Provincial de Zaragoza.

El trabajo se prolongó durante tres meses y se realizó con voluntarios. La población aragonesa se volvió a volcar y se recogieron todo tipo de materiales de primera necesidad que dieron de sí para llenar dos camiones de 20 toneladas cada uno. En marzo de 1992, se envió el primer convoy de ayuda humanitaria hacia Melkovic, población cercana a Mostar, en la zona croata.

A partir de ahí, Arapaz se fue especializando en proyectos de ayuda humanitaria, sobre todo en situaciones de emergencia, en casos de catástrofes naturales o conflictos bélicos. Hoy en día, un cuarto de siglo después, la oenegé se ha convertido en un referente dentro de este sector de la solidaridad.

Algunos de los últimos destinos a los que Arapaz ha podido destinar la solidaridad de los aragoneses han sido los camapamentos de refugiados saharauis o las víctimas de crisis humanitarias en regiones como el Sahel africano.