Después de unos años nefastos para el empleo, el paro lleva meses cayendo. Y el pasado mes de abril, sin ir más lejos, España registró el récord de la bajada del desempleo y de afiliación a la Seguridad Social, por los efectos de la Semana Santa. Pero en Cáritas, donde están acostumbrados a trabajar con los colectivos de más difícil inserción laboral, están constatando que esa recuperación no está llegando a todo el mundo, ni beneficia a todos por igual.

«Es verdad que hay una cierta recuperación del empleo pero también es cierto que eso ha venido en medio de una situación que sigue siendo crítica. La crisis de muchos años y la situación anterior de pobreza hacen que en estos momentos en España haya una situación muy desigual», denunciaba la semana pasada Carlos Sauras, presidente de Cáritas Aragón, durante la presentación de la Memoria de Empleo 2016 de la entidad.

Como cada año, mayo es el mes elegido por Cáritas para rendir cuentas de la acción realizada en Aragón en defensa y promoción del derecho al trabajo, uno de los ejes prioritarios de la respuesta de esta entidad social a los efectos que la crisis está teniendo en los más vulnerables.

«Sí que es verdad que hay una recuperación económica en Aragón y en España, pero para las personas que nosotros acompañamos no se refleja realmente esa mejoría económica», incidió Jesús Luesma, secretario técnico de Cáritas Aragón. «Incluso, hoy en día, tener trabajo no significa salir de la pobreza y de la exclusión social», añadió.

Carlos Sauras destacó que «tenemos uno de los récords de desigualdad de la Unión Europea. Por eso, el efecto del crecimiento del empleo es relativo porque los puestos de trabajo que se han generado son de baja calidad», recordaba Carlos Sauras.

Por ello, continuó, «no se puede decir, ni mucho menos, que esta recuperación sea un camino sin retorno. Hay parados de larga duración que tendrán muy difícil volver a conseguir un empleo, aunque sea precario. Y luego, hay personas con empleo pero en una situación de trabajadores pobres», el 14,8% de los españoles con empleo, según datos de Cáritas. «Y eso debe ser un problema fundamental para la sociedad y para quienes gobiernan».

La situación del paro ha mejorado en Aragón, llegando a una tasa del 13,32%, con un total de 85.700 personas paradas. No obstante, las personas que llevan más de dos años buscando un empleo ascienden a 27.400 personas. Y los hogares que no tienen ningún ingreso son 15.400. Esto supone 2.600 hogares más que el último trimestre del 2016. Y las familias que tienen a todos sus miembros en paro son 34.200 hogares.

De ahí que en Cáritas Aragón afirmen que «el problema no es la crisis económica, sino un modelo económico que deja en la cuneta a miles de personas. Un modelo económico que ha generado una sociedad más desigual y más injusta», denunció Jesús Luesma. Y es que, como se encargó de recordar, «detrás de todas estas cifras hay personas que lo están pasando mal en su día a día».

Por todo ello, Cáritas, así como otras organizaciones de la Iglesia católica y otras entidades sociales, está desarrollando una campaña «por el trabajo decente», explicó Carlos Sauras. «Es decir, que el empleo tiene que ser suficiente para que las personas se mantengan con dignidad a sí mismas y a sus familias»

«Queremos una economía solidaria -prosiguió el presidente de Cáritas Aragón-, centrada en la persona y no en el beneficio económico exclusivamente, que pueda hacer que las personas vivan con dignidad. Esto solo se podrá conseguir poniendo a la persona y los derechos humanos en el centro de la actividad económica».

Entre tanto se consigue, Cáritas Aragón sigue trabajando por la inserció laboral de los colectivos con más dificultades para encontrar un empleo.