El informe de las oenegés pide una mayor acción para ayudar a los refugiados sirios en Jordania, Líbano y Turquía. Si bien estos países han mostrado una notable generosidad en el pasado, la falta de voluntad política de los países ricos para ayudar ha creado la sensación de que el cierre de las fronteras y el retorno de los refugiados está justificado. Y es que los países más ricos no han cumplido los compromisos asumidos en el 2016 y el 2017. Olivier Longué, director general de Acción contra el Hambre España, asegura que «es crucial que los refugiados sirios, así como las comunidades de acogida en los países vecinos, no caigan en el olvido. Tenemos que seguir persiguiendo el cumplimiento de las promesas realizadas por los países ricos en las conferencias de Londres y Bruselas. Solo el pleno cumplimiento de estos compromisos garantizará que los refugiados estén protegidos y sus derechos sean respetados, y que las comunidades de acogida que soportan el peso del desplazamiento sigan teniendo acceso a servicios básicos. Esto debe ser así hasta que puedan volver» a Siria con seguridad.