Las 55 mujeres que integran la cooperativa agrícola senegalesa GIE Bantare Nianga Pendao han ganado en calidad de vida gracias a una microintervención de desarrollo financiado por el Ayuntamiento de Zaragoza a través de la red Africagua, y realizado por una de la entidades que la integran, la Asociación Fulbé de inmigrantes senegaleses en Aragón.

Ibrahima Wade, que reside en Zaragoza, decidió contribuir desde su país de acogida al desarrollo de la tierra que lo vio nacer, la comunidad rural de Ndiayène-Pendao. «Los inmigrantes sabemos lo que hemos dejado allí. Es una pobreza extrema. La gente sobrevive y come, pero tienen poco apoyo por parte del Gobierno. El Estado apenas existe. Solamente lo vemos aparecer cuando hay elecciones», asegura.

A Ibrahima, la vía más apropiada para contribuir a mejorar la calidad de videa en su pueblo natal le pareció la del codesarrollo. «Antes, normalmente lo hacíamos a través de remesas. Cada uno en persona mandaba el dinero que podía a su familia. Pero ahora hemos cambiado de idea y hemos creado asociaciones. En Africagua ya estamos representadas más de 15 nacionalidades», señala.

Ibrahima sostiene que «así es más fácil ayudar a la comunidad entera, no solo a la familia. Entre las 55 mujeres de la cooperativa hay algunas de mi familia, pero también hay otras a las que ni tan siquiera conocía».

Wade afirma que, tras la adquisición de una trilladora y un molino de arroz, «la gente del pueblo está muy contenta, no solo las mujeres. También para los jóvenes, y el para resto de la población que ha oído hablar del proyecto, el impacto ha sido tan grande que intentaron reunirse conmigo y plantearme varios de los problemas que tienen en la comunidad», durante su estancia en Ndiayène-Pendao.

Para Ibrahima supone una gran satisfacción personal el poder contribuir desde la diáspora al desarrollo de la tierra que le vio nacer. Y sus antiguos vecinos aprovecharon su viaje para plantearle las más acuciantes necesidades de la población, de cara a posibles futuras intervenciones de codesarrollo, «sobre todo en el área de la sanidad».

Su próximo reto será tratar de dotar al centro de salud de su pueblo, desde Aragón, de un ecógrafo y una ambulancia, además de la habilitación de tres salas de observación. Y, vistos los resultados, volverá a intentarlo a través de Africagua.