Ha llegado el momento de que las fundaciones empresariales y las fundaciones patrimoniales tengan el reconocimiento social que merecen.

Las fundaciones creadas por empresas y filántropos desarrollan una labor capital en favor del interés general en diversos ámbitos como el educativo, el social, el medioambiental, el económico o el cultural. Y es que estas fundaciones generan riqueza, conocimiento y bienestar, haciendo posible que todos, incluidas las personas con menos recursos, tengan acceso a becas, asistencia social o a nuevas tecnologías; disfruten de una amplia oferta cultural o se beneficien de los avances de la investigación científica.

La gran mayoría de los españoles destaca la importancia de la labor de las fundaciones, y piensa que actúan con más agilidad que el Estado en la atención de distintas situaciones. Sin embargo, una parte amplia de la sociedad (55%) reclama una mayor transparencia en este grupo de organizaciones.

La creación de Lealtad Instituciones responde a esta inquietud y al propio interés, por parte de estas fundaciones, en demostrar el valor de su labor social, la gestión eficiente de sus fondos, así como el cumplimiento de sus fines de interés general.

Lealtad Instituciones parte del saber hacer de la Fundación Lealtad, que lleva más de 16 años analizando la transparencia y buenas prácticas de las oenegés, para impulsar esos mismos valores de integridad, transparencia y eficacia en el sector de las fundaciones empresariales y patrimoniales.

La metodología de evaluación de Lealtad Instituciones se basa en siete principios de transparencia y buenas prácticas definidos por un comité de expertos de reconocido prestigio. Estos estándares abordan el buen gobierno de las fundaciones, la integridad de sus patronatos, el cumplimiento de la misión, la rendición de cuentas, la transparencia en la financiación, los mecanismos de control interno para asegurar su buen funcionamiento, el adecuado uso de los fondos o los protocolos definidos para garantizar el cumplimiento normativo y el de sus propios códigos.

La acreditación es voluntaria. Son las propias fundaciones quienes solicitan la evaluación. Un equipo profesional independiente, con amplia experiencia en la acreditación de entidades sin ánimo de lucro, verificará el cumplimento de estos estándares de transparencia y buenas prácticas por parte de las fundaciones que lo soliciten y elaborará un informe de transparencia y buenas Prácticas de cada una de ellas.

Como resultado de este proceso, las fundaciones empresariales y patrimoniales evaluadas mediante este método contarán con un diagnóstico exhaustivo de su gobierno y de su gestión, mejorarán sus estándares de funcionamiento y obtendrán el merecido reconocimiento al ser distinguidas como Fundaciones Acreditadas por Lealtad Instituciones.