La gran preocupación de la la Asociación para la Asistencia a Personas sin Techo en Aragón, que gestiona el centro de día y consigna San Blas de Zaragoza, nunca ha dejado de ser «la necesidad básica de disponer de una habitación digna para estas personas que duermen en la calle», expone su presidente y fundador, Fernando Rodríguez Barrera. Y la solución que siempre han propugnado ha sido la habilitación de viviendas tuteladas, desde las cuales poder iniciar con mayor comodida y seguridad el camino de la reinserción de sus usuarios en la sociedad.

La asociación acaba de empezar a cumplir su gran anhelo, pues recientemente ha adquirido su primera vivienda, «un piso de dos habitaciones para dos personas en el Casco Histórico», señala Rodríguez. «Como está cerca del centro, les daremos el desayuno y la cena y les proporcionaremos ropa de cama y todo lo necesario».

Esta vivienda se destinará a aquellos de sus usuarios «que estén más necesitados».

Desde el centro San Blas tratarán también de conseguir una ayuda económica para las personas que vivan en la vivienda tutelada. «Y les acompañaremos hasta que consigan los medios para valerse por sí mismos y se independicen», añade.

La trabajadora social de la asociación realizará visitas semanales a la vivienda y les irá asesorando para que accedan a cursos de formación para el empleo desde los cuales poder dar el salto a un trabajo normalizado. De hecho, esta entidad social también tiene previsto abrir una nueva línea de acción que consistirá en acompañar a las personas sin hogar en la búsqueda de empleo.

El objetivo es que estas personas «sean autónomas y salgan de la exclusión, empezando por lo más básico, que es una vivienda», sostiene Fernando Rodríguez.

Esta entidad, que vive de subvenciones públicas, pronto se convertirá en fundación. Fernando anima a los ciudadanos a colaborar con donaciones, «ya que desgravarán».