Catalunya en Comú, que aglutina a formaciones de la izquierda conocidas como los comunes, apoyará la convocatoria del 1 de octubre como una movilización legítima de respuesta al «inmovilismo» del PP, pero no la considerará un «referéndum vinculante» sobre la independencia de Cataluña. Tras la reunión de la coordinadora nacional de Catalunya en Comú celebrada en Tarrasa (Barcelona) para debatir la posición de los comunes ante el 1-O, el coordinador general de esta formación precisó que su apoyo a esta convocatoria tendrá lugar en tanto que movilización popular «por el derecho a decidir frente a la negativa del PP» al diálogo.

Domenènech, diputado de En Comú Podem, no aclaró, sin embargo, si los comunes llamarán a participar en la consulta del 1-O, y se limitó a señalar que esta es una decisión que aún no se ha tomado, porque ven «muchas incógnitas» respecto al anunciado referéndum del gobierno de Junts pel Sí. «Hay muchas incógnitas por responder: no sabemos si hay urnas, no hay decreto aprobado», dijo Domènech.

La coordinadora nacional de Catalunya en Comú ratificó la propuesta hecha por la ejecutiva, contenida en seis puntos, y que fue aprobada con 85 votos a favor frente a los 29 que recibió otro de los documentos a debate, partidario de hacer campaña por la participación pero de forma crítica.

Según Xavier Domènech, «un referéndum es un espacio de resolución de conflictos, no un espacio de afirmación» de la soberanía de Cataluña, pero dejó abierta la posibilidad de revisar el posicionamiento de los comunes en función de cómo evolucionen los acontecimientos, y en especial, tras la convocatoria del referendo y la posterior reacción del Estado. En el texto aprobado ayer se afirma que el referéndum que el Gobierno catalán quiere convocar el 1 de octubre «no es el que Cataluña merece y necesita» pero sí que considera «lógica» la movilización, aunque no explicita si únicamente será un apoyo pasivo -sin llamamiento a la participación- como así parece, o bien será activo, al estilo del aprobado por Podem.

En el primer punto del documento se afirma que «Cataluña se encuentra delante de una situación de bloqueo político e institucional que tiene su origen en la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut y las posteriores sentencias contra las leyes emanadas del Parlament».

Esta situación «de bloqueo» ha hecho que «una mayoría de la población catalana considere que el actual marco autonómico se encuentra agotado, y que es necesario avanzar hacia nuevos escenarios de soberanía mediante cambios constituyentes que tengan en su centro el ejercicio del derecho a decidir».

Después de abogar por un referéndum «efectivo y con garantías» como mejor solución, los comunes critican al Partido Popular por impedirlo, pero también a JxSí por entender que está protagonizando una «huida hacia delante» fruto «de una lectura errónea de los resultados de las elecciones del 27-S».

El secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político de Podemos, Íñigo Errejón, terció ayer entre ambas posturas para tender puentes y aseguró que Podemos y Podem Catalunya mantienen «en lo fundamental» la misma postura con respecto a la cuestión catalana: la necesidad de diálogo, negociación y de un referéndum pactado y con garantías.

«Al que le tenemos que estar preguntando qué piensa hacer para afrontar la situación es al Gobierno español, que yo no sé si está de vacaciones salvo para amenazar», dijo Íñigo Errejón ayer. A su juicio, la posición de ambas formaciones en la cuestión catalana es «la misma». Errejón acusó de actuar con una «irresponsabilidad profunda» al gobierno catalán de Carles Puigdemont y al español de Mariano Rajoy, al que «incluso ven coquetear con la posibilidad de suspensión de una autonomía», con la aplicación del artículo 155 de la Constitución», algo que es «extraordinariamente grave».

‘SERENIDAD Y FIRMEZA / El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, defendió ayer firmeza en el cumplimiento de la ley ante el referéndum unilateral del 1 de octubre en Cataluña y ha apostado por un «proyecto ganador español de futuro» en esa región, liderado por Inés Arrimadas y con el apoyo del PSC y el Partido Popular.

«España no nos perdonaría que si sacamos un escaño más que los independentistas no pongamos fin al proceso en Cataluña», dijo Rivera en una mesa redonda celebrada ayer.