Mientras la Generalitat sigue intentando dar a su conocer sus planes en países en los que considera que el 'procés' se ve con simpatía, como Dinamarca, Mariano Rajoy y su equipo están cerrando la agenda internacional también con el objetivo de aprovechar destacados escenarios para colocar su discurso.

El líder del PP puede aprovechar la inercia habitual del nuevo curso político para defender sus argumentos en contra del referéndum en la tribuna de las Naciones Unidas, en Nueva York. En septiembre se celebra cada año la Asamblea General de la ONU, a la que están convocados todos sus miembros. Durante una semana, la ciudad es uno de los centros de atención mundiales, con jefes de Estado y primeros ministros participando en el pleno. Rajoy no ha ido siempre y en ocasiones ha delegado en el Rey y en el ministro de Exteriores, pero este año sus asesores están estudiando la posibilidad de que participe en el llamado debate general en torno al día 21. Sería un altavoz potente para exponer el grave choque institucional entre el Estado y la Generalitat solo 10 días antes del anunciado referéndum, considerado ilegal por el Tribunal Constitucional.

Después de la ONU, los días 22 y 23, se celebra en Williamsburg (Virginia) un foro empresarial en el que Rajoy podría participar, una actividad con la que llegaría hasta el 25, día clave. La Moncloa está intentando cerrar con la Casa Blanca una entrevista con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para ese lunes 25 o el martes 26. El objetivo es que el dirigente norteamericano se comprometa con la unidad de España, tal como hizo Barack Obama en su día.

Sin apoyo europeo

A falta de que se cierre este triple viaje a EEUU, el jefe del Ejecutivo español ya ha confirmado su asistencia a otra cumbre entre los cuatro grandes de la nueva Unión Europea (UE) sin el Reino Unido (Alemania, Francia, Italia y España). Será el lunes 28 en una ciudad francesa todavía por determinar. En esta ocasión, Rajoy podría volver a escuchar a sus homólogos palabras en contra de la voluntad de los independentistas catalanes.

El último que lo hizo fue el presidente francés, Enmmanuel Macron, en junio, en una visita del líder del PP al Elíseo. "Conozco un socio y un amigo, que es España, España en su conjunto. Tengo un interlocutor y está aquí a mi lado y se llama Mariano Rajoy", declaró Macron. Las instituciones europeas han asegurado en diversas ocasiones estos últimos años que la independencia de Catalunya supondría la salida automática de la Unión.

La agenda europea volverá a ofrecer al presidente español otra oportunidad de visibilizar que ningún socio apoya las tesis soberanistas de la Generalitat de Carles Puigdemont. Será en la cumbre que la UE celebrará en Tallin (Estonia) el 29 de septiembre. Solo faltarán 48 horas para el anunciado referéndum.

Fuentes de la Moncloa no descartan pedir que en las conclusiones de esta cumbre o de la anterior, en Francia, se haga un llamamiento al cumplimiento de la ley y del respeto al Estado de derecho, en la línea de lo que la diplomacia española consiguió introducir en la declaración firmada por los 27 dirigentes de la Unión en marzo, con motivo del 60º aniversario del Tratado de Roma, que dio origen a la actual UE.