Lo había anunciado y Luis Bárcenas trató de mantenerse en su propósito. El extesorero había decidido no responder a las preguntas de la comisión de investigación de la caja b del PP en el Congresoy limitarse a matizar los comentarios de los portavoces de los grupos, por estar inmerso en dos procesos judiciales. Pero no lo pudo evitar. Matizó, apostilló y negó algunas de las acusaciones que le endosaron, siempre bajo la mirada de su letrado, que le conminaba a mantenerse en silencio. Fue tajante cuando alegó que no había empleado a Mariano Rajoy para conseguir ningún tipo de beneficio. "Yo no he utilizado el nombre de Rajoy en vano jamás", desmintió al representante de Bildu, que había aludido al aval que el presidente habría hecho para que Bárcenas abriese una cuenta en el Dresdsner Bank. Explicó que si figuraba el nombre del jefe de Gobierno o el de Luis Fraga sería como referencia, por su pertenencia al PP, pero no porque Rajoy fuese avalista.

El extesorero, que se declaró "razonablemente patriota" negó, también, haberse enriquecido de forma ilícita. "Ni con 300.000 ni con 8.000. De fondos del partido no me he apropiado de nada", se rebeló a una de las preguntas de la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero.

La primera en plantearle el cuestionario fue la socialista Isabel Rodríguez, que proyectó las declaraciones de Bárcenas en el juicio de la Gürtel el pasado mes de enero en las que admite que el PP se financiaba de forma ilegal, pero utilizando una expresión nueva que debía entender más suave que la de caja B: "contalidad extrancontable". También siguió su escrito de defensa en la causa de la caja B, aún pendiente de señalar. "¿Ha sido fuerte? Su pacto de silencio con el PP demuestra que está intentando ser fuerte como le pidió Rajoy", conluyó Rodríguez, quien señaló al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como responsable de la caja b en los últimos 20 años.

Bárcenas, que se ha logrado mantenerse impertérrito durante el turno socialista, se ha limitado a puntualizar que la declaración de "organización criminal" ha sido acuñada por las acusaciones personadas en los distintos procedimientos, pero no por los jueces, a lo que Rodríguez le recordó que en la financiación del PP valenciano el magistrado imputa ese delito.

La portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, logró a fuerza de repetir "no nos contesta", que Bárcenas le respondiese que los presupuestos de las campañas electorales dependían del tesorero y del gerente, pero no de ningún órgano ejecutivo del partido. Y sobre todo, que "en ningún caso, ni con 300.000 ni con 8.000. Absolutamente con nada. De fondos del partido no me he apropiado" de nada, espetó, y a partir de ahí ya no calló, y hasta tuvo tiempo de reprochar al partido morado la supuesta financiación venezolana, a través de Juan Carlos Monedero.

Tras explicar que, como ya había dicho en el juicio de la Gürtel su dinero se debía a "una cuantiosa actividad profesional", que le permitió una situación "patrimonial muy desahogada", lamentó que la comisión de investigación se hubiera convocado mientras que los procedimientos judiciales están aún abiertos, lo que le impide responder.

EL TORPE DE LA PELÍCULA

Para el turno de Ciudadanos, Bárcenas ya estaba lo suficientemente caliente como para acudir al "teatro" para reprochar a su portavoz, Toni Cantó, el tono de sus preguntas y que le exigiera que "verbalizara" su negativa a contestar. Cantó le respondió que lo que era era "el torpe de la película, el pelele del PP" por ser el único que se sienta en el banquillo de los acusados, pese a haber declarado que pagó sobresueldos a Mariano Rajoy y los altos cargos de su partido en sobres con el dinero de la caja B.

Pero sólo consiguió que Bárcenas volviera a responder cuando le atribuyó la entrega de un sobre con billetes de 500 euros y una caja de puros a Rajoy. El extesorero le pidió que utilizara bien su declaración ante el juez Ruz, porque eso se lo atribuyó a su antecesor en el cargo, Álvaro Lapuerta. Nunca dijo que lo hubiera hecho. Ante el juez, Bárcenas sí que había dicho cómo Javier Arenas le dijo que los 4.900 euros que quedaban en la caja a su marcha se los llevara a Rajoy. El presidente del Gobierno se quedó con el sobre y destruyó el papel en el que se le informaba de en qué consistía ese dinero.

PEDIR PERDÓN

El portavoz de ERC, Joan Tardà, recomendó al compareciente que pida disculpas a los ciudadanos y reconozca su actuación irregular si quiere preservar su honor. "¿Por qué no se levanta y dice: Sí, diré la verdad. Pido perdón?", le ha iquirido. El republicano mostró su profunda decepción porque los resultados electorales no penalicen los casos de corrupción que afectan al PP y se ha mostrado pesimista por un sistema que, opina, se encamina hacia el "caos". "Hemos sido capaces de convertir la mierda en un perfume", resumió.

Explicó Tardà que, a su juicio, es un "error de otros partidos" hacer comparecer ahora al extesorero, y recordó que su propuesta era esperar a citarle para que su interrogatorio pudiese ser más fructífero. Bárcenas, que al inicio de la sesión se ha expresado en ese mismo sentido, asintió gestualmente a la reflexión del portavoz.

Y con Mikel Legarda, del PNV, sólo tuvo que intervenir una vez. Fue para negar que en algún caso apareciera que las donaciones del PP tuvieran "un carácter finalista". Según el extesorero, en ninguna resolución judicial se ha llegado a esa conclusión más allá de que se hacían "por cariño", como dijo en el Parlament. Pero no pudo ir más allá, porque el portavoz vasco le recriminó que se negara a contestar a sus preguntas y sólo interviniera para negar las afirmaciones que le interesaran.

ABANDONE LA PARTE CIRCENSE

El portavoz del PP, Carlos Rojas, tuvo que ser reprendido por el presidente de la comisión, Pedro Quevedo, cuando trató de loar los 'éxitos' el PP en la economía y el empleo. "Abandone la parte circense. Para esas cuestiones están los plenos", le zanjó el diputado socialista.

El diputado del PP trató de insistir, alegando que estaban en su turno de palabra y que previamente habían "aguantado insultos, calumnias y descalificaciones". Durante su turno, el Partido Popular no hizo ni una sola referencia a Bárcenas y se dedicó a lamentar que la comisión de investigación no se extendiera a otros partidos y se produjera mientras se estaban celebrando los juicios correspondientes.

RECURSO ANTE LOS TRIBUNALES

A la entrada a la comisión el PP había vuelto a cargar contra la comisión de investigación. Considera que es ilegal y hace dos semanas la recurrió ante la Mesa del Congreso para que la declare nula. Este órgano tomará una decisión este martes, aunque el empeño de PSOE, C's y Unidos Podemos en impulsar la comisión dificulta que la frenen ahora.

El PP, conocedor de esta circunstancia, confirmó lo que viene anunciando hace semanas. A saber: si el Congreso no detiene la investigación de su caja b, presentará de inmediato un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (TC). Así lo ha anunciado el vicesecretario de Organizavión del PP, Fernando Martínez-Maíllo, a la entrada a la sesión este lunes.