A la entrada del comité federal del PSOE, que se ha celebrado este sábado en Alcalá de Henares (Madrid), una ciudadana se ha cruzado con Susana Díaz y le ha dicho: “Susana, pon orden”. La presidenta de Andalucía, tradicional adversaria de Pedro Sánchez, le ha contestado: “No, está todo ‘ordenao’, está todo ‘ordenao’”.

El ambiente interno en el PSOE es hoy mucho mejor que nunca en los últimos dos años, en parte gracias a la crisis territorial en Cataluña, tras el pacto de Sánchez con Mariano Rajoy, por el que los socialistas apoyan la aplicación del artículo 155 de la Constitución y el PP se compromete a abordar la reforma de la Carta Magna. Tras la declaración de independencia aprobada por el Parlament, “no había otra vía que el 155”, ha dicho Sánchez durante un discurso en el que no solo ha justificado la suspensión de competencias autonómicas y la destitución de todo el Govern. El líder del PSOE también ha pedido que las elecciones catalanas del próximo 21 de diciembre, convocadas por Rajoy, convierta “el procés” en “un mal recuerdo”. La cita con las urnas, ha continuado, debería abrir “un periodo de concordia entre catalanes”.

La intervención de Sánchez, en su primer comité federal desde el que forzó su dimisión en octubre del pasado año, ha estado centrada en la crisis territorial, con abundantes críticas al independentismo, algún dardo dirigido a Podemos, formación a la que no ha citado, y un tramo final dedicado a atacar al PP por el escaso gasto social en España. El secretario general del PSOE se ha detenido un par de veces en el viaje del ‘expresident’, Carles Puigdemont, a Bruselas. “No hay banderas de izquierda en el secesionismo. Incluso cuando se hace apelando a un falso exilio. Nuestro partido denuncia la banalización de causas justas. Quien lo hace, no solo banaliza un concepto. También banaliza la historia de España”, ha dicho primero. “Viendo a Puigdemont pasear por Bruselas, pienso que lo único que han conseguido desconectar los independentistas es de la realidad”, ha añadido poco después.

LA COMPARACIÓN CON LA DICTADURA

Sánchez también ha comparado el vocabulario que utilizaba el régimen franquista con el empleado por el independentismo catalán. “Una de las peores herencias del franquismo fue el intentar arrebatar a la izquierda ese nombre, España. Llenaron ese concepto de imágenes y símbolos de lo que significaba ser buen español. Es similar a la retórica de los que hoy diferencian entre catalanes de primera y de segunda”, ha argumentado. Ese es uno de los motivos por el que el líder del PSOE no entiende la actitud de Unidos Podemos, que a su juicio se sitúa mucho más cerca del PDECat y ERC que de los partidos constitucionalistas. Incluso ha hecho una referencia a Venezuela. “¿Qué izquierda es esa que justifica que haya presos políticos en otros países y se lleva las manos a la cabeza porque en España haya políticos presos por no cumplir la ley?”, se ha preguntado tras justificar su posición junto a Rajoy.

“El país que queremos es radicalmente opuesto al del PP, pero no olvidemos que el PSOE es el partido de la concordia. Es hora de buscar el bien colectivo y dejar a un lado el beneficio partidista. Hagamos de este desencuentro la gran oportunidad para volver a crear un gran consenso”, ha reclamado, en alusión a su proyecto a la reforma de la Constitución en un sentido federal.

PROTAGONISMO DEL PSC

En un gesto sin precedentes, al discurso de Sánchez le ha seguido otro, también en abierto, de Miquel Iceta. Hasta ahora, solo el secretario general asumía este papel. Como Sánchez antes que él, el primer secretario del PSC y candidato a la Generalitat ha considerado "inevitable" el recurso al 155 "para la convocatoria inmediata" de elecciones. Frente al "rupturismo" del independentismo y el "inmovilismo" del PP y Ciudadanos, Iceta ha defendido "un tercer espacio catalanista y progresista" que sirva para alcanzar "un gran acuerdo".

Tras las palabras de Iceta, la cita ha continuado a puerta cerrada, con más de 20 peticiones de palabra, pero no se prevé especial tensión. La posición territorial de Sánchez cuenta con el respaldo de los barones más relevantes, tradicionalmente críticos con su figura, que apoyaron sin éxito a Susana Díaz en las primarias del pasado mayo. Todos también aplauden las listas electorales confeccionadas por Iceta, que combinan representantes que vienen de la extinta Unión, como el exconseller Ramon Espadaler, y reconocidas figuras de izquierda, como Carlos Jiménez Villarejo, exfiscal y exeurodiputado de Podemos. "Sí, en la candidatura que yo encabezo hay democristianos y hay comunistas. Y a mucha honra", ha señalado Iceta entre aplausos durante su discurso.

“Es muy positivo” que el PSC envíe un mensaje de “superación del frentismo”, había señalado a primera hora de la mañana el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig. Según su homólogo en Castilla-la Mancha, Emiliano García-Page, el PSOE ha superado el riesgo de caer en la irrelevancia con su posición sobre Cataluña. El partido, ha dicho la propia Díaz, “está donde debe estar”.