Este miércoles ha arrancado el juicio por el expolio del Palau de la Música que sienta en el banquillo de los acusados, entre otros, al que fuera su presidente, Fèlix Millet; su mano derecha, Jordi Montull, y el extesorero de CDC Daniel Osàcar, por el supuesto cobro de comisiones ilícitas de la constructora Ferrovial a cambio de adjudicaciones de obra pública durante los gobiernos de Jordi Pujol.

La vista oral ha empezado con casi una hora de retraso, a las 10.20, con las cuestiones previas y las declaraciones de los acusados no tendrán lugar hasta el próximo 8 de marzo.

Osàcar y Convergència han anunciado que renuncian a 36 testigos, entre los que están los testimonio más conocidos, como el diputado de JxSí Jordi Turull, los exconsellers' de Obres Públiques Pere Macias, Felip Puig y Joaquim Nadal o Brauli Duart, que ha desempeñado diferentes funciones en el Govern. Esta renuncia recortará el juicio en 4 días.

Además, el abogado del extesorero ha reclamado la prescripción del delito de tráfico de influencias para su cliente. Los defensores de Ferrovial también reclaman la prescripción del tráfico de influencias y del delito de administración desleal que son imputados a la constructora. Y han pedido que se anulen las principales pruebas encontradas en el ordenador de la secretaria de Millet con el argumento de que el juez ordenó la incautación pero no el volcado de la información, lo que, a su juicio, pone en duda la custodia de esos datos. Estas pruebas aluden a las comisiones por las adjudicaciones de las obras de la Ciutat de la Justícia y de la línea 9 del metro. Otras defensas han aportado nuevas pruebas periciales documentales para que el tribunal, presidido por Montserrat Comas, las tenga en cuenta.

MILLET LLEGA 3 MINUTOS TARDE

Los primeros en llegar a la Ciutat de la Justícia han sido el fiscal Emilio Sánchez Ulled, los abogados del Palau, los acusados de Ferrovial, la acusación popular, Osàcar y su abogado, Xavier Melero; así como Montull y su hija Gemma con sus respectivos abogados. Millet ha hecho su entrada en silla de ruedas, a las 9.33 horas, con tres minutos de retraso. Todos han llegado sin querer hacer declaraciones. Al acceder a la sala de vistas, Ósacar y Montull se han saludado cordialmente.

Este martes se conoció que Montull ha propuesto un pacto a la fiscalía para delatar a Convergència a cambio de librar a su hija de la cárcel.

El caso llega a juicio casi ocho años después de que los Mossos entraran en el Palau para registrar durante más de nueve horas la sede de la Fundació Orfeó Català ante los indicios de desvío de 2,3 millones de euros. La última auditoría ha elevado el desfalco final hasta los 34 millones.