Luis Garicano, el economista de cabecera de Ciudadanos, fue el encargado este lunes presentar el grueso de la reforma educativa. Todo un mensaje en sí mismo. «La educación es la mejor arma para nuestra economía», clamó Albert Rivera, que abrió el acto celebrado en un teatro de Madrid. El partido naranja ha analizado los mejores sistemas educativos del mundo y ha cogido ideas de algunos (como Finlandia, Singapur y Holanda) para diseñar su propio modelo, aunque su propuesta «más importante», según el propio Garicano, es muy española: Ciudadanos propone implantar un MIR para los profesores.

El partido de Rivera considera que España tiene uno de los mejores sistemas sanitarios en gran parte por el éxito del modelo Médico Interno Residente (MIR) y quiere trasladarlo a la educación. No es una idea nueva. Tanto el PP como el PSOE y UPD la han planteado en las campañas electorales aunque ninguno de los dos grandes, con responsabilidades de gobierno en los últimos diez años, la han llevado a cabo.

De hecho, Ciudadanos sí que ha mirado hacia otro país, en este caso Finlandia, para defender esta medida. Finlandia, que tiene uno de los mejores sistemas del mundo, empezó a ver esa transformación positiva en la década de los años 70, cuando mejoró la formación inicial del profesorado.

Directores con más poder

Ciudadanos también juzga necesario modificar las reglas de juego por las que un docente se gana la plaza en un centro y quiere incorporar criterios que «vayan más allá del rutinario paso del tiempo». Le gustaría que los centros (y sus directores, para los que reclama más poder) deberían jugar un papel en la selección del profesorado, igual que los hospitales eligen a los médicos entre los que han hecho allí su residencia.

Según Garicano, otras lacras del sistema español son el abandono escolar, la alta tasa de repetidores y la pésima implantación de las lenguas extranjeras (entre los alumnos, pero también entre los profesores). «Solo un 53% de los profesores de idiomas europeos han pasado más de un mes en un país donde se habla el idioma que ellos enseñan», se queja Carolina Punset, dirigente de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana.

En este asunto, el partido de Rivera defiende el plurilingüismo porque todos los estudios señalan que cuantos más idiomas aprendan los jóvenes mayor será «su competitividad, empleabilidad y eficiencia». Ciudadanos quiere que en todas las escuelas se eduque en dos idiomas (español e inglés) o tres (en las comunidades con lengua propia).

En cuanto a la religión, el partido naranja defiende la laicidad, «rechaza» que el debate sobre educación «se centre en la elección entre ciudadanía y religión» y plantea dar Historia de las Religiones para incorporar ese acervo cultural al currículo. Ciudadanos ha copiado el sistema de Holanda y propone la gratuidad de los libros de texto y que los niños lo usen en préstamo durante el año.

Modelo cooperativo

Punset, que también subió al escenario del teatro, fue la encargada de defender la necesidad de acabar con un sistema que premia la memoria y no potencia «la creatividad y la capacidad de análisis» en plena era de internet. La diputada valenciana apostó por establecer el modelo cooperativo en las clases, empezando por dar importancia al deporte; acercar las artes a la escuela para inspirar a los jóvenes, enseñarles oratoria y también «valores cívicos».

Rivera defendió su proyecto y aseguró que es el único que puede acabar con las reformas educativas cada cuatro años. El presidente de Ciudadanos se ve como posible partido bisagra tras las generales de fin de año y defiende su «capacidad para sentar a los otros partidos en una mesa». «Somos los únicos que podemos hacerlo», dijo entre aplausos.