Los peritos del Instituto Torroja de Ciencias de la Construcción comenzarán mañana los trabajos preliminares de exhumación de cuatro personas en el Valle de los Caídos tras la sentencia en firme de un Juzgado de El Escorial (Madrid), entre ellos los hermanos Lapeña, de origen aragonés.

El abogado de las familias, Eduardo Ranz, ha confirmado que estos trabajos, llevados a cabo por técnicos del Instituto Torroja, perteneciente al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), comenzarán a las 9:30 horas de este lunes.

En un primer momento será analizada la situación del osario de la cripta del sepulcro y luego se emitirá un informe técnico para comprobar la situación de la ubicación y cómo acceder a la zona donde se presupone que están los cuatro restos que se buscan.

"Es un momento histórico, es la primera vez que se entra con una sentencia firme que pone fin a un proceso de seis años; la sociedad ahora es testigo", valoró a Efe Ranz, que acudirá a la zona junto a algunos de los familiares del contencioso.

La sentencia considera la exhumación de los hermanos Manuel y Antonio Lapeña, fusilados en 1936, y de Pedro Gil Calonge y Juan González Moreno pertenecientes al bando nacional.

Los hermanos Lapeña son procedentes de Villarroya de la Sierra (Zaragoza) y ambos murieron en 1936.

Por su parte, Pedro Gil Calonge procedía de Castejón del Campo (Soria), de profesión agricultor, fue reclutado en Soria por el bando nacional y destinado a Zaragoza. El 1 de junio de 1937, murió a causa de herida de bala, recién cumplidos los 27 años de edad.

El otro cuerpo que se exhumará será el de Juan González Moreno nacido en Arriate (Málaga), de profesión agricultor, y fue reclutado a la edad de 28 años, por el bando nacional.

Moreno fue herido en la cabeza, lo que provocó su muerte en un hospital de Jerez de la Frontera el día 1 de agosto de 1938, sin domicilio conocido.

Posteriormente, el 25 de abril de 1964, sus restos fueron trasladados al Valle de los Caídos, como se puede observar en la anotación de su registro de enterramiento, sin que hasta la fecha hayan sido devueltos los restos a su familia.

"Es un precedente histórico, cargado de dignidad y trabajo, que pone fin a un proceso judicial de más de seis años, y que se cerrará con el reencuentro entre las víctimas del Valle y sus seres queridos", aseguró el letrado de las familias.

Sanz recuerda que en democracia han sido constatadas tres entradas anteriores en diversas capillas del Valle, en 1980, en 1990 y en 2010, pero esta es la "primera vez que se realizará con la sociedad española en su conjunto como testigo".

Desde las familias se han tomado la noticia con una "alegría moderada" en un "proceso que terminará" cuando se "reencuentren con sus familiares".

En marzo pasado, el prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, retiró el recurso contencioso-administrativo contra las exhumaciones de la familia de los hermanos Lapeña en la zona.

Un informe de la Abogacía del Estado consideró que los osarios de la nave central y la nave de crucero de la basílica deben considerarse cementerio público y no de la Iglesia, y apunta que resultaría conveniente evaluar su estado.