La cronología de la mentira que ha mantenido el Govern esta semana --negando por activa y por pasiva cualquier tipo de contacto entreMariano Rajoy y Carles Puigdemont-- arranca el pasado jueves, con la conferencia que Artur Mas dio en la Universidad Autónoma de Madrid. Al día siguiente de que el 'expresident' asegurara que existe una tercera vía para resolver el desafío soberanista, el portavoz del Ejecutivo central, Íñigo Méndez de Vigo, insinuó que ambos dirigentes están hablando en privado. "Ya advirtió Rajoy de que las conversaciones no se tienen que producir a plena luz del día. Probablemente la recuperación de la confianza exige hablar más antes de que se produzca ese diálogo", dijo Méndez de Vigo. Dos días más tarde, el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, acabó de levantar la liebre y desencadenó una cascada de falsedades que tuvo su punto culminante en la rueda de prensa que ofreció ayer martes la portavoz del Govern, Neus Munté.

19 DE FEBRERO

En una entrevista en el canal 3/24 el pasado domingo, Millo aseguró que existen contactos "discretos" entre ambos ejecutivos. "Las conversaciones y encuentros se producen y, a veces, son públicos, pero no siempre", porque, añadió, el hecho de que se conozcan "dificulta la serenidad" y puede "condicionar el éxito de este diálogo".

El Ejecutivo catalán salió ipso facto a desmentir al delegado. "El Govern no ha recibido ninguna oferta de diálogo ni ninguna propuesta para sentarse y hablar como personas civilizadas, como en un Estado democrático tiene que ser", manifestó Munté. El 'president', de viaje oficial en Narbona, también negó la mayor. "Créame, nos gustaría que hubiera una negociación en el formato que fuera. No ha habido reuniones ni privadas ni oficiales", manifestó, antes de asegurar que la supuesta propuesta del Ejecutivo central para resolver el conflicto es "como el espíritu santo: todo el mundo habla de ella pero nadie la ha visto". Fuentes de ERC desmintieron igualmente las palabras de Millo. Son "simple y llanamente mentira".

20 DE FEBRERO

El lunes por la mañana, el coordinador general del PPC, Xavier García Albiol, apuntaló la mentira del Govern y negó a su compañero de partido en la rueda de prensa que ofreció tras la reunión de la ejecutiva. "El Gobierno de España no está manteniendo reuniones secretas con nadie", dijo, tajante.

Horas después, en una rueda de prensa en Málaga en el marco de la cumbre hispano-francesa, Rajoy echó balones fuera y se limitó a explicar su posición sobre el referéndum. Ya por la noche, en una entrevista en Tele 5, optó por no confirmar ni desmentir la revelación de Millo. "Si hubiera reuniones discretas o secretas no las iba a contar yo porque dejarían de ser discretas o secretas", afirmó, enigmático.

21 DE FEBRERO

La mentira del Govern empezó a desmoronarse ayer martes, cuando el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ratificó en Madrid los encuentros entre el Gobierno y la Generalitat. En un desayuno informativo, Iceta aseguró que le "consta" que ha habido contactos "al máximo nivel". Es más, recalcó su convencimiento en que Rajoy y Puigdemont "se han visto", aunque matizó que las conversaciones solo han servido para "constatar la lejanía de las posiciones".

Las palabras de Iceta fueron rápidamente replicadas por los portavoces parlamentarios del PDECat y ERC. "Ni me consta ni me imagino esas conversaciones secretas", dijo Francesc Homs. "No me consta y estoy convencido de que no ha ocurrido", remachó Joan Tardà.

Ya al mediodía, los periodistas aprovecharon la visita que Millo realizó a L'Hospitalet del Llobregat para interrogarle de nuevo. En esta ocasión, evitó volver a meterse en este jardín y negó contradicción entre los dirigentes del PP sobre el diálogo en Catalunya.

Pero la apoteosis del embuste llegó en la rueda de prensa tras la reunión del Govern. La portavoz, Neus Munté, negó por activa y por pasiva, del derecho y del revés, ninguna reunión entre Rajoy y Puigdemont. "No ha habido reuniones secretas", insistió, al tiempo que consideró "sorprendente" que no se haya puesto fecha al encuentro entre ambos dirigentes tienen pendiente. Munté incluso detalló que los contactos físicos han sido siempre en el marco de convocatorias conocidas, y que las conversaciones telefónicas entre Rajoy y Puigdemont se han limitado a la felicitación del 'president' al jefe del Gobierno central por la investidura y a otra para ofrecer celebrar una nueva reunión entre ambos.

LOS ENGAÑOS ANTERIORES

Pero la mentira del Govern se remonta en el tiempo hasta el día siguiente al encuentro, conocido este miércoles, que Rajoy y Puigdemont mantuvieron en la Moncloa el 11 de enero. En una entrevista en Catalunya Ràdio, y hablando de los contactos con el Gobierno central, el 'president' anunció que se reuniría con el jefe del Ejecutivo antes del mes de febrero, obviando la cita mantenida solo 24 horas antes.

Puigdemont anuncia que puede reunirse con Rajoy en este mes de enero.

Y un mes más tarde, fuentes del Govern daban por aparcada definitivamente la publicitada entrevista y apuntaban a una falta de voluntad de Rajoy por recibir a Puigdemont.