La operación contra el comando "Erreka" de ETA ha continuado hoy con la detención de una persona presuntamente vinculada a este grupo y la localización de cerca de 1.000 kilos de material para fabricar explosivos en un caserío y en tres zulos hallados por la Guardia Civil en Guipúzcoa y Navarra. La operación comenzó el pasado martes con los arrestos de los hermanos Aitor e Igor Esnaola, presuntos miembros "legales" -no fichados- de ETA que se dedicaban a tareas logísticas como la distribución de explosivos a los comandos de la organización terrorista. En total se han decomisado cerca de 2.000 kilos de explosivos. Esta tarde ha sido detenida una tercera persona por su presunta vinculación con este comando. Se trata de Lander Etxeberria San Sebastián, arrestado en Bera de Bidasoa (Navarra) después de salir de trabajar en Lesaka, y al que la Guardia Civil atribuye haber actuado de enlace entre los hermanos Esnaola y la dirección de ETA. Etxeberria, cuyo domicilio de Villabona (Guipúzcoa) está siendo registrado por la Guardia Civil, cumplió una condena de cuatro años en Francia tras su detención en 2001 por pertenecer al aparato de captación de militantes de la organización terrorista. Había sido concejal de Herri Batasuna en Villabona entre 1991 y 1995 y, tras cumplir su condena en Francia, se había presentado en 2007 como cabeza de lista de la candidatura de Abertzale Sozialistak en esta localidad, aunque la candidatura fue anulada por el Tribunal Supremo. Aunque no accedió al Ayuntamiento como concejal, la alcaldesa, María Isabel Arrieta, de ANV -partido que sí pudo presentarse en Villabona- lo contrató en 2008 como secretario de la Alcaldía, puesto que abandonó meses después, según han indicado fuentes municipales. Además de esta detención, la Guardia Civil ha dedicado toda la jornada a localizar los escondites en los que los hermanos Esnaola ocultaban más material explosivo, aparte de los 850 kilos de nitrato localizados el martes en el caserío Olalde de Legorreta. Desde primera hora y en compañía de Asier Esnaola, trasladado desde Madrid, un amplio dispositivo del instituto armado ha inspeccionado de nuevo el caserío, incluida una nave anexa ubicada en la misma explotación agraria. En esta propiedad han encontrado un escondite de 30 metros cuadrados en la que había "cantidades importantes" de polvo de aluminio, pentrita y cordón detonante. También han registrado en Legorreta un segundo caserío abandonado, propiedad de la familia, en el que se ha encontrado un arma. Al mediodía ha finalizado este registro y el dispositivo policial, compuesto por una decena de todoterrenos de la Guardia Civil, tres furgonetas y dos vehículos camuflados, apoyados por un helicóptero, se ha desplazado a Zegama (Guipúzcoa), a una zona montañosa enclavada en el parque natural de Azkorri, muy próximo a los límites territoriales de Álava y Navarra. Allí han hallado un zulo de ETA en el que había garrafas de nitrato, polvo de aluminio, detonadores y rollo de cordón detonante. El siguiente escondrijo ha sido localizado horas después en Azpiroz (Navarra), donde los agentes han encontrado nitrato, polvo de aluminio, pentrita y cordón detonante, mientras que posteriormente se han desplazado a Baraibar, donde había un tercer zulo del que sacaron varios bidones pequeños y unas cuantas garrafas que contenían también estos mismos materiales empleados para la fabricación de bombas. Todo el material hallado hoy no ha sido aún cuantificado con exactitud, pero fuentes de la lucha antiterrorista han indicado a Efe que en una primera estimación se trata de una cantidad similar a la encontrada el martes, que podría sumar cerca de una tonelada. La Guardia Civil calcula que el total del material explosivo incautado al "comando Erreka" puede ascender a cerca de dos toneladas, según las citadas fuentes. Una vez finalizados todos los registros, excepto el del domicilio de Etxeberria en Villabona, el presunto miembro del comando "Erreka" Aitor Esnaola ha sido conducido de nuevo a dependencias del instituto armado en Madrid.