El actor Willy Toledo fue detenido ayer en ejecución de la orden dictada contra él por el Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid por no acudir a declarar en dos ocasiones por una denuncia por supuesta vejación de los sentimientos religiosos. Su arresto se produjo a instancia del titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, que ordenó su detención y puesta a disposición de la justicia para hoy a las 10.00 horas con el fin de tomarle declaración tras sus dos incomparecencias. «Me detienen. Se nos jodió el guateque. Vamos pallá. Poloniaaaaaaa», con estas palabras anunció el propio Toledo a las 18:00 horas que le había detenido la policía.

Según las fuentes, el actor fue detenido a las 15.00 horas en las inmediaciones de su domicilio madrileño y, por tanto, pasará la noche en dependencias policiales a la espera de acudir hoy ante el juez. «Una persona va a pasar la noche en un calabozo por no explicar a un juez por qué escribe que se caga en Dios. ¿Estamos en la inquisición? En la España del siglo XXI la libertad de expresión hoy se encierra en un calabozo», señaló su abogado.

Esta detención llega dos días después de que Toledo anunciara en su perfil de Facebook que no se iba a entregar, así como que asegurase que iba a llevar su acto de desobediencia «hasta las últimas consecuencias».

El actor había convocado para anoche, a partir de las 23:00 horas, una vigilia por la libertad de expresión en el madrileño Teatro del Barrio, donde «esperaría» a la policía.

«Convocamos al pueblo combativo de Madriz a asistir y participar de este acto de resistencia ante la deriva neofascista que está tomando el Reino de Españita», concluyó Toledo en su mensaje.

La Asociación Española de Abogados Cristianos denunció ante la Fiscalía unos comentarios difundidos por Toledo a través de Facebook en julio de 2017, que a juicio de esta organización vejaban los sentimientos religiosos.

En dichos comentarios el actor tildaba de «energúmena» a una jueza de Sevilla que decidió abrir juicio oral a tres mujeres acusadas de un presunto delito contra los sentimientos religiosos, por llevar a cabo una procesión con una gran vagina, que llamaron «la procesión del coño insumiso». «Yo me cago en Dios y me sobra mierda para cagarme en el dogma de la santidad y virginidad de la Virgen María. Este país es una vergüenza insoportable. Me puede el asco. Iros a la mierda. Viva el coño insumiso», dijo en su perfil de Facebook.