La portavoz de ERC, Marta Vilalta, aseguró el sábado que su partido está estudiando si el exconsejero catalán de Salud Toni Comín puede delegar su voto en el Parlamento catalán para investir president al actual candidato propuesto por JxCat, Jordi Sànchez. Pero no descarta que si no puede ejercer esa delegación, Comín acabe entregando el escaño.

«Trabajamos en la vía de una posible delegación de voto. En el caso de que no hubiera posibilidad, el mismo consejero Comín algunas veces ha dicho que podría renunciar al acta», explicó Vilalta el sábado por la noche en TV-3. A través de una u otra vía, los republicanos tratan de llegar a un punto en el que su grupo y JxCat no tengan que depender de la CUP, que ha dejado claro que no quiere investiduras simbólicas y que su candidato es Carles Puigdemont.

Como recordó ayer la portavoz de JxCat, Elsa Artadi, la delegación del voto del expresidente ya se aceptó en el último pleno del Parlament, por lo que afirmó que «ya es delegado» y podrá hacerlo en el pleno de investidura. Solucionado este punto, por tanto, solo queda aclarar la baza de Comín, quien debería solicitar previamente al Parlament que se le permitiera delegar el voto. Si no es así, solo quedaría que renunciara al escaño y corriera la lista para que la suma de ERC y JxCat permitiera investir a Sànchez sin necesidad de la CUP.

ABSTENCIÓN / Porque la CUP ya anunció que se abstendría en una hipotética investidura de Sànchez. El diputado cupaire Carles Riera se reafirmó ayer en esa posición si el candidato a la presidencia no es el líder de JxCat. «El único candidato que garantiza el inicio republicano de la legislatura es Carles Puigdemont», reiteró.

Por ahora, como dejó claro Artadi en RAC-1 (y así lo hizo el jueves su propio líder), los posconvergentes ponen en el puesto de salida a Sànchez, ya que Puigdemont debería acudir al Parlament para intentarlo, lo que comportaría su arresto inmediato. Eso sí, no descartan intentar una nueva investidura del expresidente «más adelante», una vez se haya reformado la ley de presidencia para que se permitan las investiduras a distancia (no sin el correspondiente recurso al Constitucional por parte de los partidos no independentistas y la consiguiente suspensión de la norma).

En alusión a la respuesta que podría dar el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena a la solicitud de Sànchez de asistir a su investidura, y que vistos los precedentes tiene todos los números de ser negativa, Artadi reaccionó al contrataque al considerar que ese eventual veto «reforzaría» al independentismo, ayudaría a las tesis soberanistas en los procesos de extradición de Puigdemont y los exconsejeros de la Generalitat Comín, Meritxell Serret, Lluís Puig y Clara Ponsatí. Además, JxCat lo usaría como otro argumento para el análisis que está realizando el Comité de Derechos Humanos de la ONU sobre el caso, para luego pasar a investir a un diputado de JxCat en libertad antes de que expire el plazo.

MEDIACIÓN INTERNACIONAL/ Varios políticos alemanes se pronunciaron ayer, en declaraciones al dominical Frankfurter Allgemeine am Sonntag, en favor de una mediación internacional en el conflicto catalán. Hasta ahora la idea de una mediación era planteada sobre todo por políticos de la oposición, especialmente del partido La Izquierda (Die Linke), pero en las opiniones recogidas por el rotativo hay también representantes de las formaciones de la coalición de gobierno (CDU y SPD).

Así, por ejemplo, el eurodiputado Elmar Brok, de la CDU de Angela Merkel, sugiere la opción de una mediación de la UE o de Alemania, si las partes involucradas así lo piden y con la condición de que los independentistas renunciasen a la secesión. De parte de los socialdemócratas (SPD), el también eurodiputado Arne Lietz sostiene que, ante el peligro de que se produzca una escalada de violencia en Cataluña, la UE debe ofrecer una mediación.