España firmará el próximo lunes en Bruselas el protocolo de adhesión a la Cooperación Estructurada Permanente de la UE (PESCO), herramienta que permitirá a los países miembros una colaboración militar más ambiciosa. La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha anunciado la decisión este viernes tras el Consejo de Ministros que ha aprobado la adhesión, un paso "importante e histórico" en la construcción comunitaria y un "Rubicón de esta política".

Cospedal ha destacado que la PESCO supondrá "el nuevo eje vertebrador" de la UE, reforzara el pilar europeo de la OTAN y proporcionará más seguridad a las familias españolas.

El próximo lunes los ministros de Defensa de la UE firmarán en un Consejo en Bruselas el protocolo de adhesión a la PESCO, instrumento que se contempla en los tratados de la UE y que puede ponerse en marcha por mayoría cualificada.

"Criterios y compromisos concretos"

Para participar en la PESCO los países deberán comprometerse a asumir "criterios y compromisos" concretos, incluido aumentar el gasto en defensa, participar en proyectos de desarrollo de capacidades y aportar capacidades para operaciones. Los países deberán presentar en diciembre planes nacionales sobre cómo piensan cumplir estos compromisos, han explicado fuentes de Defensa.

Hasta ahora, los países han presentado unos 40 proyectos. España ha presentado cuatro y otros dos en cooperación con Francia, Alemania e Italia, entre ellos para desarrollar los aviones no tripulados (drones) y la capacidad de mando y control de la Capacidad de Planificación y Ejecución Militar establecido en el Estado Mayor de la UE para dirigir las operaciones militares de entrenamiento, el embrión de un futuro Cuartel General militar permanente.

Se espera que los Gobiernos acuerden antes de finales de año el Fondo Europeo de Defensa para incentivar la adquisición conjunta de capacidades a fin de poder concluir "lo antes posible" la negociación con la Eurocámara y poder financiar en 2019 "los primeros proyectos de capacidades identificados".

Bruselas ha propuesto destinar casi 600 millones de presupuesto comunitario para proyectos de investigación y desarrollo de prototipos industriales de capacidades militares hasta 2020 y 1.500 millones de euros anuales a partir de 2021 en el marco del Fondo Europeo de Defensa. A cambio, los países deberían poner otros 4.000 millones por su parte y comprometerse a adquirir conjuntamente capacidades.