Los ciudadanos consideran que la situación económica de España es la peor de los últimos cuatro años y vuelven a ver el terrorismo como el principal problema. Así lo revela el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), correspondiente a diciembre pasado y divulgado ayer. La encuesta se elaboró entre el 18 y el 28 de diciembre, tres semanas después del atentado de ETA en la localidad francesa de Capbreton que acabó con la vida de dos jóvenes guardias civiles, y en un clima de retroceso económico mundial cuyos efectos en España son objeto de un intenso debate político.

ESCENARIO POCO HALAGÜEÑO Según el CIS, el 35,9% de los españoles opina que la situación económica es "mala o muy mala", lo que constituye la percepción negativa más elevada de toda la legislatura. Al mismo tiempo, los que consideran "buena o muy buena" la marcha de la economía se sitúan en el 20%, la actitud positiva más baja desde las elecciones del 2004. Hace un año, el escenario era mucho más halagüeño para las perspectivas electorales socialistas, ya que los ciudadanos que tenían una visión positiva de la economía superaban en dos décimas a los pesimistas.

En cuanto a los principales problemas, el terrorismo vuelve al primer lugar, con un 39,6%, más de 10 puntos por encima del mes anterior. Entre uno y otro barómetro sucedió el atentado etarra en Capbreton, el 1 de diciembre. El terrorismo, que durante las negociaciones de paz llegó a descender hasta el cuarto lugar en las preocupaciones de los españoles, ha vuelto desde entonces al primer puesto en el sondeo de enero, tras el atentado de la T-4, el 30 de diciembre del 2006, y en el de junio, a raíz de la ruptura formal de la tregua.

El paro, principal problema en noviembre, se sitúa ahora en el segundo lugar para el 38,6% de los encuestados. Le siguen los "problemas de índole económica", con un 32,9%, cifra que supone 3,5 puntos más que el mes anterior y 17,5 puntos más que en diciembre del 2006, cuando figuraba en el sexto lugar de las preocupaciones de los españoles. Los puesto siguientes los ocupan la vivienda (28,8%, cuatro puntos menos que en noviembre) y la inmigración, que se mantiene en el quinto lugar para el 26,9% de los encuestados, con un descenso de 1,7 puntos.

VARIACIÓN A la pregunta de los problemas que más afectan "personalmente" a los encuestados, el escenario varía. La situación de la economía figura, de lejos, en el primer lugar, con el 36%. Esta cifra representa 5,7 puntos más que en noviembre y 16,7 más que en diciembre del 2006. Aquí el terrorismo desciende hasta el sexto puesto, detrás de vivienda, paro, calidad del empleo e inseguridad ciudadana.

Los pronósticos económicos para dentro de un año tampoco son estimulantes para la mayoría de los encuestados, ya que el 34,7% opina que la situación irá a peor, mientras que quienes creen que mejorará llegan tan solo al 9,8%. Los datos revelan que en apenas un mes ha bajado ligeramente el porcentaje de optimistas y ascendido el de los pesimistas. Si se compara con diciembre del 2006, las diferencias son mayores, lo que indica un avance progresivo de la inquietud por la economía.