El 'No pasarán', lema para expresar la determinación a frenar el avance del enemigo usado por los republicanos durante el asedio de Madrid en la guerra civil, ha abanderado la concentración frente al Departament de Economia, mientras la Guardia Civil registra la sede en busca de material relacionado con el 1-O. Reiteradas entonaciones de 'L’Estaca' y 'Els Segadors' también han mantenido vivo el ambiente. "Llach, cántala", gritaba uno de los asistentes más animados a primera hora de la mañana.

A las puertas de la sede, los Mossos d'Esquadra custodiaban el edificio y, frente a los agentes, el presidente de la ANC, Jordi Sànchez, arropado por el líder de Òmnium, Jordi Cuixart, por el diputado de Junts pel Sí, Lluís Llach, eurodiputado del PDECat Joan Tremosa y por el portavoz republicano en el Congreso, Joan Tardà, ha pedido silencio. "Vamos a cortar la Gran Vía. Lo haremos pacíficamente para defender las instituciones del país democráticamente", ha enfatizado ante los conjurados. Y sin dudarlo ni un segundo, el tumulto se ha dirigido firmemente al cruce situado a la altura de Rambla Catalunya sin desafinar sus cánticos.

"¿Aún nos gustan los Mossos?", se ha preguntado a viva voz una mujer entre la multitud. "Shhhh, no es el momento", le ha espetado otro manifestante desde la lejanía. El repetitivo 'votarem' era de consenso, pero lo que salía del guión cabía controlarlo, especialmente aquellos insultos dedicados a la Guardia Civil. Pero pasadas tres horas del inicio de la concentración, los manifestantes se han desatado: "No os merecéis la 'senyera' que lleváis" han gritado a los Mossos que han aparecido para plantarse delante de los agentes de la Guardia Civil y, así, custodiarlos.

El diputado de ERC, Joan Tardà, se ha dirigido a los asistentes firme, determinado y conciso: "Quieren que haya violencia. No habrá. Ganaremos porque somos demócratas", ha aseverado para pedir paciencia y civismo: "Quieren y desean que descarrilemos. Nuestra firmeza, nuestra rotundidad, se basa en hacerlo todo contundentemente, cierto, pero cívicamente y pacíficamente", ha apuntado a viva voz.

¿Y Ada?

La gran ausente, Ada Colau. Los más de 2.000 asistentes no han pasado por alto que no estuviera concentrada junto a ellos la alcaldesa de Barcelona. "¿Dónde está la alcaldesa? ¿La alcaldesa dónde está?", han cantado al ritmo del ya popular cántico "¿Dónde están las papeletas?" que se ha escuchado desde el acto en el Tarraco Arena hasta la imprenta de Constantí, pasando por la sede de Unipost en Terrassa donde este martes se incautaron 45.000 sobres nominales para montar las mesas electorales del 1-O. También se han escuchado gritos preguntando dónde está el líder del PSC, Miquel Iceta, y el portavoz de Catalunya Sí que es Pot, Joan Coscubiela, hecho que ha sacado una sonrisa incontenible al líder de Podem, Albano Dante Fachin.

La Guardia Civil, custodiada por los Mossos, ha aguantado el tipo. Sus dos vehículos todoterreno aparcados frente a la sede del Departament d’Economia han quedado repletos de banderolas de Òmnium con el lema 'democràcia', de copias de los carteles incautados y de claveles, que tampoco han faltado a la cita. Alguna rueda pinchada en los coches patrulla complicará su partida. Es más, "aquesta nit, la passareu aquí", han coreado los asistentes en un claro aviso a los agentes del instituto armado cuando un grupo de voluntarios de la ANC, ataviados con petos de color verde, han organizado un cordón ante la puerta del Departament de Economia.