El exdiputado del PP Jesús Merino, secretario de política autonómica del partido entre 2001 y 2004, trató ayer de legitimar toda su relación con la trama de Francisco Correa o con el extesorero del PP Luis Bárcenas admitiendo los hechos que le imputa la Fiscalía Anticorrupción, pero siempre añadiendo que no culminaron.

Merino, para quien la Fiscalía pide tres años y nueve meses de cárcel por cohecho, blanqueo y falsedad, admitió haber facilitado un borrador de contrato público al número dos de Francisco Correa,Pablo Crespo, para a continuación asegurar que el concurso quedó desierto. También dijo que el extesorero del partido, Luis Bárcenas, le "facilitó como cliente" de su despacho profesional a la empresa leridana de gestión de residuos Ros Roca, para solicitar unas subvenciones que al final no se lograron.

Según Merino, conocía a Correa y Crespo de una cafetería en la calle Serrano de Madrid próxima a las oficinas de ambos y que se hacían consultas mutuas sobre sus respectivos trabajos, pero nunca cobró del empresario por ningún negocio, ni participó en Spinaker 2000, que según la Fiscalía servía para canalizar los beneficios que recibían de la trama tanto él como Jesús Sepúlveda y Bárcenas.

Así, se permitió el lujo de admitir que en una ocasión facilitó un borrador de una campaña sobre la mujer de la Dirección General correspondiente de la Junta de Castilla y León. Explicó que llamó a la Consejería para conseguirlo, pero insistió en que esa información suele facilitarse sin problema por la Administración a las empresas interesadas, aunque el concurso aún no se haya publicado, dato que fue puesto en duda por la fiscala Concepción Sabadell. Podo después la representante del ministerio público pudo desmentir con facilidad la afirmación de Merino de que ese borrador no coincidía con lo que se publicó en el boletín autonómico sólo con comparar ambos documentos. El acusado insistió en que Correa no llegó a presentarse y que el concurso quedó desierto.

"BÁRCENAS ME MANDÓ EL CLIENTE"

En cuanto a la empresa Ros Roca, Merino explicó que fue Bárcenas quien le "mandó el cliente" y que su labor consistió en ayudar a la empresa leridana a conseguir subvenciones por la construcción de dos plantas de tratamiento de purines para convertir el excremento de los cerdos en energía eléctrica. Las ayudas fueron denegadas tanto por la Junta como por el Ministerio competente.

Sin embargo, sus explicaciones sobre por qué Crespo también le había mandado un fax sobre esta empresa sonaron poco convincentes, pese a lo tajantemente que había negado haber cobrado de la trama y haber tenido más negocio con Bárcenas y Sepúlveda que una inversión inmobiliaria en Baqueira que no llegó a culminar, porque ni él ni el exalcalde de Pozuelo de Alarcón pudieron encontrar financiación.

Y dijo haber extrañado cuando oyó a Correa decir que por la concesión de la campaña de las generales de 2003 a Rialgreen los tres habían sido beneficiados por él con la parte correspondiente. Merino negó ante el tribunal haber tenido cualquier capacidad para decidir en las campañas.

"EN MI ÉPOCA NO HABÍA DINERO NI EN A, NI EN B, NI EN Z"

Tras Merino, declaró el extesorero del PP Ángel Sanchis Perales, para el que la Fiscalía pide 8 años de cárcel, quien aseguró que en su época en el partido "no había dinero ni en A, ni en B, ni en Z". El resto de su declaración versó fundamentalmente en que no creía los memorandos de los bancos suizos y que era responsabilidad de estos, y no suya, determinar si el dinero que le prestó Bárcenas para su finca argentina de La Moraleja procedía de actividades ilícitas.

Sanchis, que respondió con un "afortunadamente no" a la pregunta de si había vuelto a tener relación con el partido, fue el protagonista involuntario de una parte importante de la declaración de Bárcenas, por el préstamo de tres millones de euros y luego el aval que este le facilitó para sacar adelante la finca, dedicada al cultino de limones. En su turno, el extesorero del PP dijo que había trabajado para la empresa de Sanchis mientras seguía cobrando del PP, pero ya había sido apartado.