El plan de la Unión Europea de establecer cuotas entre los Estados miembro para acoger a los refugiados que están llegando en masa a Italia y Grecia está despertando muchas críticas. El ministro del Interior español, el popular Jorge Fernández Díaz, ha criticado que puede generar un “efecto llamada” y que como respuesta a la crisis humanitaria “no resuelve el problema”.

El político ha remarcado que es más importante combatir a las mafias que trafican los refugiados que aplicando una política de redistribución para que todos los países de la UE acojan a las personas que huyen de conflictos en África y Oriente Próximo. “Las mafias criminales existen y son malos pero no tontos y saben que si se está redistribuyendo a esas personas no se está atacando el problema de fondo y, por tanto, a lo mejor estamos incentivando su actividad”, ha lamentado.

ESPAÑA “HA HECHO LOS DEBERES”

En una interpelación en el Congreso planteada por Izquierda Plural, Díaz ha remarcado que en la fachada Atlántica ya no hay drama humanitario porqué “España está actuando” mientras que la crisis se ha desplazado hacia el centro del Mediterráneo. En lo que llevamos de 2015 este mar se ha convertido en un cementerio de refugiados.

Para el ministro, para hablar de redistribución de personas con derecho de asilo hay que tener en cuenta otros factores. "El paro que tenemos en España entre los nacionales y entre los extranjeros es extraordinario. Hay que ponderar si estamos en condiciones de darles esa acogida", ha señalado.

En esta línea, ha incidido en que no todos los Estados miembros de la UE "realizan el mismo esfuerzo para contener la inmigración irregular" pues mientras unos, entre los que ha incluido a España, hacen "esfuerzos ingentes", otros "no están realizando esfuerzos apenas" y es algo que a su juicio, hay que "tener presente".