Albert Rivera y Mariano Rajoy cerraron anoche un acuerdo que implica, según ha avanzado el primero, que el Gobierno se compromete a destinar casi 4.000 millones de euros (3.850 millones) a políticas sociales en los presupuestos del 2017, 1.500 millones menos de los pactados en agosto. El líder de Ciudadanos ha asegurado que en la conversación entre ambos, que cierra un periodo de tiranteces en el que la formación naranja se ha sentido desplazada por el acuerdo entre el PP y el PSOE para fijar el techo de gasto, el presidente del Gobierno prometió destinar partidas para incrementar dos semanas el permiso de paternidad (ahora es de 15 días), que la tarifa plana para autónomos se prolongue un año, se cree un complemento salarial, especialmente para jóvenes con retribuciones bajas, o un cheque de formación para los parados que sustituya a las "fracasadas" políticas de empleo.

Estas medidas forman parte del acuerdo firmado entre la formación emergente y los populares en agosto que facilitó la investidura de Rajoy, si bien el documento con 150 propuestas incluía gastos valorados en 5.000 millones. Rivera no ha detallado a qué partidas concretas se destinarán ahora los 3.8500 millones acordados con Rajoy pero sí ha reconocido que el montante acordado es entre un 20% y un 25% menor del pactado. El líder de la formación nacida en Catalunya le ha restado, no obstante, importancia, con el argumento de que como se incrementará el techo de gasto de las comunidades autónomas, que son las encargadas de financiar muchos servicios sociales, en la práctica puede que haya una compensación a la merma.

UNA DE CAL Y UNA DE ARENA

Tras la reunión de la Ejecutiva de su partido, Rivera ha anunciado además que Rajoy se ha comprometido a no subir el IVA y el IRPF ni a hacer recortes en sanidad, educación o dependencia. Por todo ello, su formación apoyará el techo de gasto pero no la subida impositiva que pactaron los conservadores y los socialistas la semana pasada y que supondrá la creación de impuestos especiales y la reducción de las deduciones en el tributo de sociedades. Es decir, una de cal y una de arena. Ciudadanos se abstendrá porque sí comparte la reforma fiscal de sociedades pero no las alzas en alcohol y tabaco que, en su opinión, afectarán al consumo y especialmente al "bolsillo" de la clase media. La reforma verá, no obstante, la luz gracias al apoyo de las dos fuerzas mayoritarias.

Rivera ha querido marcar distancias con el bipartidismo en este punto y ha subrayado que "hay otras vías" para aumentar la recaudación, como mejorar la lucha contra el fraude. Asimismo, ha incidido en que si finalmente el Gobierno no incluye las partidas comprometidas, su formación no apoyará los presupuestos generales para el 2017.

En resumen, Ciudadanos ha dado por superado el bache inicial pero ha alertado de que seguirá vigilante para que el Gobierno cumpla con las reformas acordadas.