El ministro de Justicia, Rafael Catalá, aseguró el miércoles en una charla informal con periodistas durante la recepción del Día de la Constitución que la huida a Bélgica de Carles Puigdemont y varios exconsejeros de la Generalitat había puesto de manifiesto que las órdenes de detención europeas no son «ágiles ni eficaces». Por ese motivo, argumentó, tenía intención de pedir este viernes, en la reunión prevista en Bruselas entre responsables de Justicia e Interior de la Unión Europea (UE), que se abra un debate sobre las euroórdenes para diagnosticar los «problemas» y buscar «soluciones». Sin embargo, finalmente, no lo va a hacer.

El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, corrigió ayer al ministro y señaló que, a juicio del Ejecutivo, las órdenes de detención europeas han tenido un recorrido «satisfactorio» y que Catalá no va a presentar «una reforma de la euroorden». «El ministro va a hacer [ante los socios europeos] un balance positivo de estos años, no va a plantear formalmente ninguna modificación», añadió el portavoz del Ejecutivo.

El portavoz destacó la «enorme» dificultad de introducir cambios en una herramienta legal de esas características y recordó que fue un Gobierno de José María Aznar el que impulsó la euroorden a principios de siglo para luchar contra ETA. Según Méndez de Vigo, su creación ayudó al Estado a acabar con la banda, ya que impidió que los etarras que eran detenidos en países europeos por, por ejemplo, «tenencia de armas» tuvieran que ser juzgados allí antes que en España por terrorismo.

BÉLGICA, MÁS GARANTISTA

Méndez de Vigo sabe de lo que habla cuando se refiere a los obstáculos que España tuvo que superar para convencer a sus socios de la necesidad de esta herramienta legal. El ahora ministro se ha pasado media vida trabajando en Bruselas, donde fue durante 19 años europarlamentario y tuvo responsabilidades diversas, entre ellas colaboró en la elaboración de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE.

La euroorden facilita el arresto y traslado de un individuo del país en el que se encuentra al país por cuya justicia es reclamado. Sin olvidar que Bélgica hizo una transposición muy garantista de la euroorden, motivo por el que Puigdemont y los exconsejeros eligieron ese país para su huida.

El juez del Tribunal Supremo retiró la euroorden de detención contra Puigdemont y cuatro exconsejeros al considerar que el juez de Bruselas podría limitar las causas para ser juzgado, provocando discriminación con el resto de investigados.