A medida que se enquista el conflicto entre el Gobierno central y la Generalitat y se acerca el mes de septiembre, fecha en principio prevista por los independentistas para celebrar el referéndum, una duda cobra cada vez más fuerza: ¿Permitirá Mariano Rajoy otro 9-N? Miembros del Ejecutivo y del PP aseguran que no y aducen varios motivos. Entre otros, evitar el descrédito internacional y que los populares en Catalunya vuelvan a sufrir el coste electoral de que se abran los colegios para acoger una consulta de autoderminación. Además, argumentan que los dirigentes independentistas, vista lainhabilitación que ha recaído sobre Artur Mas, no irán tan lejos.

Este jueves la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha verbalizado a esta reflexión. En una entrevista en la Cope, la también secretaria general del PP ha señalado que "esa situación", en referencia al 9-N, "no se va a volver a producir". "Haremos todo lo que tengamos que hacer y se lo digo con toda claridad", ha subrayado.

En este sentido, ha precisado que el Estado impedirá "que se pueda llegar a poner esa urna de papel, cristal o lo que se quiera poner". Y para frenar el proceso antes de que vaya más lejos, Cospedal ha insistido en amenazar a las empresas que pudieran colaborar en la fabricación de urnas o a los funcionarios que intervengan en el proceso participativo. "El que colabore haciendo la urna o dejando el local va a tener consecuencias [...] Ya se sabe que colaboran en esta actuación van a tener responsabilidades penales", ha amenazado.

LA ADVERTENCIA A EMPRESAS Y FUNCIONARIOS

Cuando el Govern anunció su intención de licitar la compra de8.000 urnas para la consulta, el Gobierno ya recordó que el Tribunal Constitucional en febrero advirtió que actuaría no sólo contra los responsables políticos que desobedecieran sus resoluciones, sino tambien contra las empresas que pudieran colaborar en la celebración de un nuevo proceso participativo. Además, el Ejecutivo ha aleccionado a los funcionarios de cómo actuar para evitar responsabilidades.

Eso sí, en este proceso el Gabinete de Rajoy se cuida mucho de ofrecer cualquier pista de la hoja de ruta que ha diseñado para impedir que Carles Puigdemont lleve a cabo su objetivo. "Frente a la amenaza y el chantaje hay que actuar con inteligencia, pero también con cautela y determinación", ha señalado este jueves Cospedal, reiterando la frase preferida del Gobierno estos días: "El Estado tiene todos los intrumentos a su alcance" para impedir el referéndum y los usará.