Aprovechando las últimas horas, el Gobierno y los partidos constitucionalistas intensificaron este domingo los llamamientos a Carles Puigdemont para que este lunes “dé marcha atrás” y conteste con un ‘no’ al requerimiento de Madrid sobre si declaró la independencia. “A veces una retirada a tiempo es una victoria” y “rectificar no significa rendirse”, coincidieron PP y PSOE. Las apelaciones fueron más bien suaves, nada de las amenazas que días atrás vertieron dirigentes conservadores como Pablo Casado, recordando al ‘president’ que puede acabar como Lluís Companys (en referencia a su entrada en prisión, no a su fusilamiento, según aclaró). Ni una palabra más fuerte que otra, para que el independentismo, cuando apura las horas para decidir qué respuesta dar, no tenga ninguna excusa para continuar con el desafío.

Por ejemplo, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se acogió a las enigmáticas palabras del jefe del Ejecutivo catalán, precisamente este domingo en el homenaje a Companys, en las que reiteró su compromiso con la “paz, el civismo, la serenidad y también la firmeza y la democracia, como inspiradores de las decisiones” para reclamarle “hechos reales y sinceros” y no “palabras vacías que suenen bien”.

“Sin duda, ese fundamento en la paz, en la firmeza y en la democracia no puede entenderse si no es dentro del marco legal, que en nuestro caso es dentro de la Constitución, del Estado de Derecho y de la división de poderes”, subrayó el titular del Interior.

La reforma de la Constitución

Zoido recordó al jefe del Ejecutivo catalán que “todavía está a tiempo de reconducir la situación”. En este sentido, el Gobierno precisó esta semana que si Puigdemont responde inequívocamente que no declaró la independencia, este lunes antes de las 10 horas que se acaba el plazo, se volvería al escenario previo a la aprobación de las leyes de ruptura, es decir, a un escenario de plena legalidad, y a partir de ahí, se podría iniciar un diálogo en el Congreso, donde el PSOE ha logrado arrastrar al PP a la activación de una comisión destinada a reformar la Constitución; que el Ejecutivo defiende ahora como la mejor vía para buscar una solución al conflicto catalán. “Ahí [en el Congreso] es el marco donde se debe construir ese diálogo sincero”, afirmó el ministro.

Por el contrario, si Puigdemont da al requerimiento una respuesta afirmativa o ambigua, advirtió Zoido, el Gobierno entenderá que “ha declarado la independencia” y entonces “aplicará las medidas que corresponda”, entre ellas, el artículo 155, cuyo recorrido Rajoy ha acordado con Pedro Sánchez.

“Ama a Catalunya o quiere la ruptura”

En la misma línea, los ministros de Fomento y Sanidad, Íñigo de la Serna y Dolors Monserrat respectivamente, reclamaron al máximo responsable del Govern que en las últimas horas antes de contestar al requerimiento no se deje “arrastrar” por una “minoría de radicales” que “están buscando la confrontación”, en referencia a la exigencia de la CUP para que se proclame el Estado propio sin más dilaciones. El lunes “veremos si Puigdemont ama a Catalunya o quiere la ruptura”, señaló la ministra catalana.

Por parte del PP, Javier Maroto apeló al ‘seny’ catalán y avisó al ‘president’ de que “a veces una retirada a tiempo es una victoria”, mientras que Javier Arenas precisó que la reforma de la Constitución que auspicia su partido no va a “sacrificar la cohesión de España, ni la igualdad ni la solidaridad entre españoles”, una máxima que podría ser difícil de encajar con la aspiración socialista de que Catalunya sea considerada una “nación”.

La aplicación del 155

En cualquier caso, para llegar a ese trance, aún queda mucho camino y el PSOE, a través de su portavoz, Oscar Puente, aseguró este domingo que o bien la Generalitat da “marcha atrás” o por el contrario su partido colaborará con el Gobierno en la aplicación del artículo 155, para suspender algunas de las competencias autonómicas. La mano dura, no obstante, no llegaría inmediatamente puesto que el requerimiento otorga a Puigdemont tres días extra, si contesta que activó la DUI, para reflexionar y volver a la legalidad.

En este sentido, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero recordó al ‘president’ que rectificar “no es rendirse” y que, a veces, hacerlo es una “señal de inteligencia”, pues “abre la puerta a futuras victorias”, puesto que en la política “nunca es todo o nada”.

Por parte de Ciudadanos, Begoña Villacís, secretaria municipal en la ejecutiva de Albert Rivera, insistió en que “ya es hora de tomar decisiones” y de que se aplique el precepto constitucional que en opinión de C's permite disolver el Parlament y convocar unas elecciones autonómicas.