Era, seguramente, la entrevista con más morbo de las que Bertín Osborne ha realizado para Telecinco en 'Mi casa es la tuya': el expresidente del Gobierno José María Aznar. Y no defraudó, al asegurar que, “por el interés de España”, iría "a las Azores y a la Patagonia", mostrándose orgulloso de haber participado en la cumbre que tuvo lugar en el archipiélago portugués: "Nunca he tenido mejor foto que la de las Azores", afirmó en una amplia conversación que incidió en la cara amable y familiar del personaje.

Durante la distendida y larguísima conversación, el exlíder del PP sostuvo que él volvería a ir a las Azores "100 veces, 100.000 veces, si el interés nacional de España está en juego" y explicó que en esa foto aparece junto a sus aliados: "Con mi vecino Portugal [Jose Manuel Durao Barroso], con el aliado más fuerte, Estados Unidos [George W. Bush], y con un gran país como el Reino Unido [Tony Blair]".

La cita televisiva, como viene siendo habitual desde que el presentador dejó TVE-1 por Tele 5, era en la casa del cantante, convertido en plató de sus entrevistas. Y Bertín, que siempre ha hecho gala de amistad con Aznar, sin dejar de tocar los temas políticos por los que tenía que preguntar, ahondó en la parte humana del expresidente y sirvió, eso sí, para ofrecer una imagen más cercana de un político que siempre ha parecido serio, arisco y altivo.

TESTIMONIOS PREVIOS

La entrevista vino precedida por los testimonios de la esposa de Aznar, Ana Botella, y su hijo Alonso; las de Francisco Álvarez Cascos, María Dolores de Cospedal y del exsecretario de Comunicación y exportavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, así como los periodistas Luis del Olmo y Manuel Campo Vidal, contextualizaron a la persona y al político.

Camisa blanca, jersey azul y pantalón oscuro, y una pequeña botellita de aceite como regalo, se sientan en el sofá del jardín y Bertín expresa su deseo de que se le conozca como persona: “Yo no soy una persona que haya dejado a la gente indiferente. Hay gente que me quiere y otra que no”, admite sonriendo.

Aznar recordó su infancia, a su padre, que fue uno de los primeros directores de la cadena SER y un gran impulsor de la radio en España, y luego en Radio Nacional. También recordó a su abuelo, que también fue periodista y vivió un tiempo en Cuba y conoció a Fidel Castro, de quien contó algunas anécdotas de las relaciones diplomáticas con España. Y también a su madre, que aún vive a los 95 años y que “te sigue, Bertín, más que a mí”.

"Yo quería ser Diestéfano”, señaló Aznar en otro momento, asegurando que jugaba bastante bien al fútbol. “Soy muy competitivo. Nunca me ha gustado perder. Por eso me gusta ver arriba a España en la tabla. No me gusta la dejadez, la indecisión. Esa fue mi política”.

ANA BOTELLA

También habló de su adolescencia, de cierta rebeldía, cuando estaba “más disperso”, era un poco hippy, llevaba el pelo largo e iba a guateques”. “Me han echado de clase por llevar el pelo largo un montón de veces”, aseguró. Y de su historia de amor con Ana Botella, a la que conoció durante el viaje de fin de carrera. Ana se sentó a su lado por casualidad.

A la vuelta, en Madrid, le que pidió que se casara con él al tercer día de salir juntos. Como no tenían medios, se pusieron a estudiar oposiciones. Durante un año, nueve horas diarias. Y empezaron a planear su boda, con 24 años. “Y hasta ahora”. Llevan 40 años juntos.

La parte política de la entrevista se centró en su elección como sucesor de Manuel Fraga al frente de los conservadores españoles, sus debates televisivos con Felipe y sus triunfos electorales. Un momento importante de la entrevista fue la referencia al atentado de ETA sufrido por Aznar, y de la que le advirtió Jaime Mayor Oreja. Álvarez Cascos le cambió el coche blindado sin pedirle permiso, y eso le salvó la vida. "Tres veces más intentaron atentar contra mí, antes de esa vez, y otras tres después, incluida una con misiles”, explicó el expresidente.

EL TRIUNFO ELECTORAL Y CIU

"Con el primer triunfo electoral necesitábamos a CiU, que eran nacionalistas pero no separatistas. Y no debió ir mal, porque la segunda vez repetimos con mayoría absoluta. A Pujol le ofrecí entrar en el Gobierno, por dos veces, en el 2000 y en el 2002, pero se negó. En la segunda, me dijo que ya no aceptaba el pacto constitucional. Y mírale dónde están ahora", dijo.

Un momento importante de la entrevista fue la referencia al atentado de ETA sufrido por Aznar, y de la que le advirtió Jaime Mayor Oreja, y de la que no tenía referencia su ministro del Interior. Álvarez Cascos le cambió el coche blindado sin pedirle permiso, y eso le salvó la vida. “Lo viví boca abajo. Me picaba mucho la cara”. Estanislao Cumplido, chófer del expresidente, aportó también su punto de vista. “Tres veces intentaron atentar contra mí, antes de esa vez, y otras tres después, incluida una con misiles”, explicó, recordando a sus compañeros muertos.

Aznar también se refirió al caso de Miguel Ángel Blanco (“estaba condenado desde el primer momento”); al de Ortega Lara (“un ejemplo impresionante”); a su política económica, de la que se declaró “humildemente orgulloso”, y a la entrada en el euro.

Fue entonces cuando Bertín abordó los temas más delicados. ¿Por qué entró en la guerra de Irak y su apoyo a EEUU? “España no envió ningún soldado a la guerra de Irak, sino al proceso de pacificación posterior”, y cuando Aznar se reafirma que “por el interés de España voy a las Azores y a la Patagonia”, si es necesario.

“Yo apoyé a EEUU porque Bush había ofrecido su compromiso en la lucha antiterrorista. Y cuando me piden ayuda, no puedo negársela que no a mi principal aliado. Decidir una intervención es algo muy difícil, pero no intervenir puede ser peor. Las decisiones cuestan pero a veces son inevitables”, añadió Aznar, que mantuvo que a “nivel político me afectó a un nivel tremendo; el último error fue retirarse de allí en la forma en que nos retiramos".

Sobre el terrible atentado del 11-M admitió: “Tuvimos el peor atentado en la historia de España, fue el peor día de mi vida. Entonces mi obsesión era que los terroristas no me iban a dejara salir del Gobierno sin montarme algo gordo. Y los primeros que salieron a decir que aquel atentado había sido ETA fueron Ibarretxe y Zapatero. Los últimos en decirlo fuimos nosotros”, se justificó el expresidente, que volvió a excusar la acción (y confusión) de su Gobierno en aquellos momentos.

El tramo final de la conversación fue más distendida, primero en la cocina, donde Aznar se limitó a hacer una ensalada, y luego echando un partidillo. Así, frente a un par de tomates, haciendo una ensalada con atún, Aznar confesó haber llegado a hacer 2.000 abdominales. "Todos los días corro. Me gusta mucho hacer ejercicio. Corren conmigo solo los escoltas que pueden seguirme", bromeó Aznar.

A la hora de opinar sobre otros líderes políticos, habló con respeto de Mariano Rajoy, aunque "no me gusta todo lo que hace"; echó pestes de la posibilidad de que Pablo Iglesias llegue a gobernar algún día ("esto sería como Venezuela") y habló relativamente bien de Albert Rivera ("buen chico, buen chico"), pese a responsabilizarle de haber desunido a ese "centro-derecha" que él presumió de haber aglutinado.

"Cuando te has dedicado a la política, te pica el gusanillo de volver a la política todos los días", admitiò, aunque negó que vaya a volver a la primera línea. "Sigo siendo militante del PP", dijo. Y también que se mantiene como "trabajador autónomo", como abogado y como principal responsable de la fundación que preside. Y aseguró que no creará un partido nuevo: "no voy ayudar a destruir lo que he creado", aseguró.

En la panchanga futbolera final, Aznar le preguntó a Bertín que si hubiera existido la posibilidad de ser candidato del PP, qué hubiera respondido el cantante. Y Bertín, votante confeso de Aznar, le contestó que sí, que hubiera aceptado serlo. Así, el masaje mutuo llegó a su fin al filo de la 1.27 horas de la madrugada con una pregunta de pura estética: "¿Te vas a volver a dejar bigote de verdad?". "No", dijo un sonriente José María Aznar. Seguramente la audiencia también le sonreirá a Telecinco.

Bill Clinton y Hugo Chávez

Para Aznar, la imagen de las Azores era la expresión fundamental de la política atlántica, que para él representa la libertad, la democracia y la tolerancia. Y desveló también el comentario que sobre Venezuela le hizo en una ocasión el expresidente de EEUU Bill Clinton, con quien afirmó mantener una buena relación. "No sabes lo que yo daría --le dijo-- para que Hugo Chávez me insultase a mí todos los días".

Mariano Rajoy

Sobre su relación con Mariano Rajoy, Aznar explicó que es "normal" y que nunca ha sido "especialmente intensa". Que le eligió como su sucesor, porque creía que era quien reunía más ventajas que inconvenientes. "Y ahí está", añadió. "Le he hecho de todo, hasta sucesor, pero nunca hemos tenido esa relación personal, no. Nunca hemos sido una pareja que salga a cenar. Ha sido otro tipo de relación". Luego, mientras Bertín y Aznar peloteaban Bertín comentó que cuando recibió al actual jefe del Ejecutivo, este le llevó una empanada que había cocinado su esposa, Elvira Fernández. Y Aznar le preguntó: "Entonces, Rajoy ¿qué hizo? ¿Cortar la empanada? Eso tiene mucho mérito".