El Rey presidió, evidentemente complacido, el Consejo de Ministros deliberante, no decisorio, que se celebró en la Zarzuela. Era su primera reunión de trabajo con el nuevo equipo de José Luis Rodríguez Zapatero y, aunque algunos ministros acudieron con retraso a causa de un monumental atasco, Juan Carlos aguardó a que llegaran todos para invitarles, "ya que no llueve", a hacerse una foto de familia en la escalinata del palacio. Algo que inicialmente no estaba previsto.

A medida que fueron llegando los fue saludando uno a uno (en la imagen, con la ministra de Igualdad, Bibiana Aído). Cruzó bromas acaso futbolísticas con el titular de Interior, ya que sabe de las simpatías de Pérez Rubalcaba por el Real Madrid. Tras la bienvenida, Juan Carlos abrió la sesión en la que fue informado de asuntos de Estado. Enseguida cedió la palabra a Zapatero. En la anterior legislatura, se celebró una reunión similar, al igual que con todos los Gobiernos anteriores.