Junts per Catalunya y ERC ya han trasladado a la CUP el documento con el que esperan convencer a los antisistema de que voten a favor de la investidura de Jordi Sànchez. El acuerdo, cerrado en la madrugada de ayer, prevé una «multiconsulta» promovida por la sociedad civil, en la línea de la consulta soberanista del 9-N, y la creación de un esbozo de constitución.

En concreto, esa «multiconsulta» sería la culminación de un «proceso constituyente por la república catalana», que debe «generar grandes consensos sobre el país», y que pretende generar «todas las garantías para que participe» en esas votaciones «la mayoría de los ciudadanos». El texto llama específicamente a implicar a «las personas no soberanistas y aquellas menos politizadas» en la creación de un nuevo «modelo social, económico e institucional».

En un documento menos específico que el plan de Govern que se pactó en 2015 -no establece, por ejemplo, límites temporales, ni se cita en ningún momento la independencia-, JxCat y ERC se comprometen también a aprobar un texto «con la propuesta de bases de una futura constitución de la república catalana». El pacto parte de lo que ya acordaron los tres partidos cuando el candidato a la investidura era Puigdemont, e incluye el plan de legislatura que los independentistas se comprometen a desarrollar.

OBEDIENCIA REPUBLICANA / Aborda también el papel que le corresponderá al expresident desde Bruselas: Puigdemont estará al frente del llamado «espacio Libre del exilio», al que estarían vinculados tanto la «asamblea de representantes por la república», un remedo del Parlament, como el «consell de la república».

Concebido como una estructura paralela al Gobierno de Cataluña, ese «consell de la república» se encargaría de fomentar e impulsar los debates del proceso constituyente, que abarcaría a «agentes cívicos, sociales y políticos». La Generalitat tendría un «plan de gobierno de obediencia republicana» y un «plan de políticas de progreso», mientras que el «Espacio Libre del exilio» desarrollaría la estrategia política, la internacionalización y un frente común para la defensa de los derechos civiles y colectivos de los catalanes.

«REPRESIÓN SIN LÍMITES» / La propuesta de acuerdo contiene un prólogo en el que se reivindica el «espíritu del 1 de octubre», jornada en la que a juicio de los independentistas «la Policía y la Guardia Civil cargaron con una violencia inaudita, inverosímil e impropia de un Estado de derecho» contra un «pueblo indefenso». En su opinión, durante el referéndum se constató que «la represión del Estado español ya no tiene límites».

Además, cuenta con un anexo (una propuesta de manifiesto fundacional de la «Asamblea de Representantes por la República») en el que se justifica la creación de la doble estructura gubernamental en la «imposibilidad de expresarse con libertad en Cataluña». También se pide el apoyo de terceros países ante la «deriva autoritaria del Estado español» y su intento de «dividir a la sociedad».