El nuevo presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha mantenido la línea tradicional del Elíseo y ha considerado el desafío independentista catalán como "un asunto interno". Mariano Rajoy ha almorzado este viernes con el nuevo mandatario galo y al terminar han ofrecido una rueda de prensa en la que los periodistas le han planteado a Macron una pregunta sobre el anunciado referéndum del 1 de octubre. "En el tema de Catalunya seré muy simple, sencillo y directo. Es un tema interno de España y no tengo ningún comentario que hacer al respecto. Conozco un socio y un amigo, que es España, España en su conjunto. Tengo un interlocutor y está aquí a mi lado y se llama Mariano Rajoy. El resto no me concierne", ha declarado para satisfacción de Rajoy.

El antecesor de Macron, François Hollande, ya dijo en varias ocasiones que era partidario de una España estable y, cuando se celebró la consulta soberanista en Escocia, se refirió a los peligros de la disolución del proyecto europeo.

Durante el encuentro de algo más de una hora que han mantenido en el Palacio del Elíseo, Rajoy ha trasladado a Macron la invitación del rey Felipe para realizar una visita de Estado a España cuando las agendas lo permitan.

El presidente español felicitó a Macron por su amplia victoriaen la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas que este domingo podrían dar al nuevo presidente galo una aplastante mayoría parlamentaria. A su juicio la llegada de Macron a la presidencia francesa envía un mensaje de “moderación” política y de “confianza” en el proyecto europeo por el que apuestan tanto España como Francia.

Europa ha sido, de hecho, el principal asunto abordado durante la hora larga que ha durado el almuerzo de trabajo que Macron mantuvo con Rajoy en una jornada marcada por la intensa agenda del inquilino del Eliseo, que se reunió con los primeros ministros holandés y estonio antes de recibir al presidente español.

Macron ha defendido la revisión de la directiva comunitaria sobre trabajadores desplazados, una iniciativa que suscita enormes recelos en los países de la Europa del Este.

TRABAJADORES DESPLAZADOS

El presidente galo quiere dar la batalla para liderar la bandera de “la Europa que protege” e intentar frenar el avance del Frente Nacional en Francia. “Es una normativa que desestabiliza Europa y genera enfado en otros países. Tenemos que cambiar las reglas”, insistió. Eso no significa, matizó Macron, que vaya a impedirse el normal funcionamiento del mercado único.