El constructor madrileño David Marjaliza anunció en el Congreso que contará detalles aún no destapados de la corrupción política en la Comunidad de Madrid cuando el proceso judicial en el que está encausado llegue a la vista oral. Y lo hará, aseguró, incluso con el mayor coste. «Tengo una idea clara, porque soy muy cabezón: he decidido llegar hasta el final, aunque me peguen un tiro», advirtió.

De hecho, el asunto de las amenazas contra el presunto cerebro de la trama Púnica fue uno de los temas centrales de su comparecencia ante la comisión de la cámara baja que investiga la supuesta financiación ilegal del PP. A preguntas de la diputada de Podemos Carolina Bescansa, confirmó esas amenazas. «Pero no temo por mi seguridad -dijo Marjaliza-. Uno sufre más por su familia, por su mujer y su hijo». El constructor no quiso ponerle nombre a quien le tiene amenazado, ni siquiera cuando le preguntaron si pudiera ser algún político o empresario señalado por sus confesiones al juez.

David Marjaliza confirmó que está preparando nueva información sobre la red de pagos de comisiones de constructores a políticos que funcionó en Madrid. La dará a la Justicia «cuando me llamen. Todavía tengo cosas que decir», aseguró. Entre esos detalles, nuevos datos sobre cómo ayudó a sufragar campañas electorales de alcaldes no sólo del PP. «Amplíen el arco», le sugerió al diputado de Ciudadanos Toni Cantó. Y lo repitió, hasta admitir que en la agenda de contactos políticos que quemó un día de niebla «por consejo de Paco Granados» aparecían nombres de políticos «de partidos de todo el arco parlamentario (madrileño), cada uno en su proporción».

Pero no hubo en su declaración ante la comisión más revelaciones sustanciosas del caso Púnica. De hecho, 30 veces repitió David Marjaliza las palabras «Me ratifico en lo dicho en sede judicial» , cerrándose así, por ejemplo, a las preguntas de la diputada socialista Soraya Rodríguez. Cada vez que en la comisión se le inquiría por aspectos concretos de su relación con dirigentes políticos, el pago de mordidas y la entrega de regalos, se ha excusado de la misma forma. Únicamente, y a preguntas de la diputada Bescansa, admitió de forma genérica los regalos hechos a más de 200 dirigentes y funcionarios municipales de la Comunidad de Madrid, televisores y jamones, si bien «de jamón del bueno tampoco hubo tanto».

Marjaliza se relajó más con las preguntas sobre su propia actitud que con las referidas a sus hechos. El diputado de Compromís Joan Baldoví le preguntó «¿Por qué ingresó usted en prisión?» y Marjaliza, con humor castizo, le contestó: «Porque llegaron dos señores de verde y me detuvieron. Me dieron un papel en el que ponía un montón de cosas, como organización criminal. Pero yo no lo entendí hasta meses después». Baldoví le preguntó: «¿Y por qué está ahora en la calle?», a lo que Marjaliza contestó: «He salido un poco antes que Paco (Granados) porque estoy colaborando con la Justicia». El diputado del PP Francisco Molinero le reprochó que colabore en una comisión que «es un juicio paralelo» contra su partido.