Más de 3.000 mujeres periodistas que trabajan en medios, agencias de comunicación y empresas periodísticas o que están en paro han suscrito en apenas 24 horas el manifiesto 'Las periodistas paramos', en el que se adhieren a la huelga feminista del próximo 8 de marzo para visibilizar el machismo en la profesión y sus consecuencias. Entre las firmantes están Susanna Griso, Maruja Torres, Rosa Maria Artal y Luz Sánchez Mellado.

El manifiesto será leído el día 8, Día de la Mujer, a las 12.30 horas en la plaza de Callao, en Madrid, y las promotoras llaman a hacerlo también en otras ciudades por toda España.

Las firmantes animan a todas las compañeras a sumarse a la movilización "en la medida de sus posibilidades y sus circunstancias". "Todas sufrimos el mismo machismo que las mujeres del resto de sectores, precariedad, inseguridad laboral, brecha salarial, techo de cristal, acoso sexual o ninguneos, pero con las particularidades asociadas a nuestra profesión. Somos conscientes de la relevancia social de nuestro trabajo y, por eso, mostramos también nuestra preocupación por la visión parcial de la realidad que tantas veces ofrecen los medios y en la que falta la presencia y aportaciones de las mujeres. El feminismo también es necesario para mejorar el periodismo", dice el manifiesto.

Por eso, exigen a los medios de comunicación y empresas periodísticas que tengan en cuenta una serie de reivindicaciones, por ejemplo para eliminar la brecha salarial, con transparencia y una revisión de categorías, complementos y criterios profesionales.

En cuanto al "techo de cristal", denuncian que las direcciones de los medios y empresas periodísticas están copadas por hombres y reivindican su derecho a ocupar puestos de poder y responsabilidad y a ser tenidas en cuenta en las promociones profesionales para puestos intermedios.

Precariedad

La precariedad es otra de las denuncias. "Sufrimos niveles de temporalidad superiores a los de nuestros compañeros. De la misma manera denunciamos la inestabilidad laboral de las compañeras freelance y de las falsas autónomas, una situación de precariedad que se ha hecho habitual en los últimos años", aseguran.

Se refieren también a la corresponsabilidad y los cuidados. "Denunciamos que las dinámicas de trabajo priorizan el presentismo y la libre disposición y son ajenas a las necesidades de cuidado que tienen todas las personas. Creemos que la corresponsabilidad y la flexibilidad no debe ser un asunto de buena voluntad sino una prioridad que las empresas deben asumir para que estas tareas se repartan por igual entre mujeres y hombres. Como en otros sectores, una ausencia de conciliación real perjudica más a las mujeres, que acaban modificando o recortando sus horarios para poder cuidar e incluso abandonando su empleo o cambiando de profesión", afirman.

Las firmantes instan a la audiencia y a los lectores a ser cómplices de esas demandas y precisan que suscriben el manifiesto a título individual. "No queremos que ningún partido político, sindicato o medio de comunicación se apropie de nuestras reivindicaciones", concluyen.