El expresidente de la Generalitat y hasta hace unos días presidente del PDECat, Artur Mas, admitió que no esperaba una sentencia del caso Palau tan «dura», recalcando que Convergència ya pagó con su disolución en 2016 «un precio muy alto» por las irregularidades investigadas. En un comunicado, Mas la calificó de «muy negativa» y subrayó que «nunca se han demostrado irregularidades en la manera de adjudicar la obra pública», por lo que protestó: «¿Cómo puede ser que se acuse a Osàcar de tráfico de influencias, cuando resulta que no se ha investigado la adjudicación de obra pública a través del Palau de la Música?».

«¿Qué responsabilidades políticas puede haber más, cuando el propio partido ha desaparecido?», se preguntó, para justificar que de la sentencia no se deriven nuevas responsabilidades. Según Mas, al PDECat la sentencia tampoco «le perjudica económicamente, porque la desvinculación económica entre un partido y otro es absoluta».

Todos los partidos del arco parlamentario cargaron contra Convergència a excepción de ERC. «Es una buena noticia que haya sentencia. Cada uno deberá asumir sus responsabilidades», dijo el portavoz republicano, Sergi Sabrià, evitando referirse directamente a CDC. «No hablamos de otras formaciones». Mientras que el portavoz adjunto de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián añadió: «Nos sorprende que se vincule este caso con el independentismo» con «muy mala fe». Y recordó que «Millet es miembro honorífico de las FAES y amigo personal de Aznar, así que nuestro no es».

COLAU CONTRA PUIGDEMONT / Una reacción que contrastó con la dureza de la alcaldesa de Barcelona y líder de Barcelona en Comú, Ada Colau, quien reclamó a Puigdemont que se posicione «hoy mismo» y explique si conocía los «graves hechos probados» y pida disculpas a la ciudadanía por el hecho de que CDC estuviera años «estafando a los catalanes». También señaló que Artur Mas y todas las personas que formaron parte de la máxima dirección de CDC y que ahora «siguen o pretenden seguir en la primera línea» deberían considerar «retirarse».

«El caso Palau es el Gürtel de Convergència», denunció Xavier Domènech, líder de Catalunya en Comú, quien consideró que Junts per Catalunya «tiene que dar explicaciones públicas sobre esta sentencia» y pidió un acuerdo nacional para combatir la corrupción.

CRÍTICAS DE CS / Desde el bloque constitucionalista, el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, preguntó a Carles Puigdemont qué piensa «desde su retiro voluntario» en Bruselas de la «trama delictiva» que era su partido, cuyo fin era «saquear a los catalanes» en beneficio propio, y cargó contra Puigdemont por no levantar «el dedo» para denunciarlo.

Salvador Illa, secretario de organización del PSC, reclamó a Puigdemont que tendría que «disculparse» por haber hecho mofa de la insistencia de los socialistas en llegar al fondo del caso.

Y el ministro de Justicia, Rafael Catalá, consideró que la sentencia pone de manifiesto que «la ley se cumple siempre», un aspecto que a su juicio es «simbólico en Cataluña».

Para el secretario general del PPC, Santi Rodríguez, la sentencia de este caso ratifica que «el 3% deja de ser un mito y pasa a ser una realidad constatada judicialmente».