El delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha acusado este miércoles al Govern de estar poniendo "en peligro" la autonomía catalana al tratar de "imponer sus ideas de manera absolutista y dictatorial". Frente a esto, Millo ha dejado claro que el Ejecutivo de Rajoy no permitirá el referéndum y el poder judicial actuará si no se cumple la ley y se convoca el 1-O: "Si ocurre, tendrá consecuencias y dependerá de la justicia", ha asegurado. Además, ha defendido que el Gobierno "garantizará que la democracia siga funcionando, que la ley se cumpla y que nadie imponga sus ideas fuera del marco legal vigente".

En declaraciones a Catalunya Ràdio, ha mantenido que no contempla una hipotética inhabilitación del 'president' de la Generalitat, Carles Puigdemont, y ha rehusado aclarar si se podría activar una retirada de competencias en Cataluña, pero ha afirmado: "Lo que se tiene que hacer es que no pongan en peligro la autonomía los que se han pensado que pueden imponer sus ideas".

UN GOVERN "SECUESTRADO" POR LA CUP

El delegado del Gobierno ha tachado la ley de transitoriedad de "auténtica chapuza" y la ha atribuido a los "delirios de algunos que quieren imponer su tiranía", y ha aludido a un Govern que está "prisionero" y "secuestrado" por una CUP que "impone agenda, calendario y hechos".

En cualquier caso, ha defendido reiteradamente que la "única solución es la vía del diálogo", pero ha acusado al 'president' de haberlo "roto" y haberle "dado la espalda" a este cuando anunció fecha y pregunta para un referéndum que, ha dicho, el Govern "sabe que no se puede hacer", por lo que "engaña" a los catalanes.