El ‘major de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluis Trapero, ha avisado por escrito a la Fiscalía Superior de Cataluña de las dificultades que comportará el precintado de los colegios electorales previstos para el referéndum unilateral del 1-O, ubicados no solo en escuelas, sino en centros de salud y residencias de ancianos. Por este motivo ven necesario que sea un juez quien ordene la clausura. La fiscalía no ha variado por ahora su criterio, ni la instrucción dictada este martes.

El documento, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, sostiene que el cierre del sábado a domingo de estos locales supondría "impedir el desarrollo de las actividades que ordinariamente" se realizan en ellos, en especial los destinados a "servicios públicos esenciales", con la "posible afectación de derechos fundamentales". Este hecho comporta, incide, que el cuerpo policial no pueda adoptar las medidas requeridas sin contar con el previo mandamiento judicial.

Nuevas órdenes

Trapero ha entregado este documento a la fiscalía este miércoles en la sede en la reunión mantenida con el resto de fuerzas de seguridad del Estado. En este encuentro, la fiscalía ha dictado más instrucciones en las que ordena a la policía local que no deje salir las urnas que propiedad del Estado confinados en los ayuntamientos y que ayuden a los Mossos en el precintado de los colegios electorales y en impedir la constitución de las mesas electorales.