Unas 315.000 personas, según la Guardia Urbana, (750.000 según los organizadores) clamaron ayer en Barcelona por la liberación de los nueve presos independentistas cuando el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, y el expresidente de la ANC y ahora diputado de JxCat, Jordi Sànchez cumplen seis meses encarcelados en Soto del Real acusados de rebelión.

Los organizadores convocantes hicieron hincapié en su manifiesto que lo que les une es la defensa de las instituciones catalanas, la protección de los derechos humanos, la voluntad de fortalecer el diálogo y la cohesión social en un conflicto que creen que debe resolverse por la vía política, lejos de los tribunales. También exigieron a Europa que «reaccione» y tome partido en el conflicto catalán, no sin reivindicar a Carles Puigdemont como presidente.

La plana mayor de JxCat, PDECat, ERC, Demócrates, la CUP y los Comunes se colocaron en segunda fila, ya que la cabecera estuvo presidida por representantes de la sociedad civil. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el presidente del parlamento catalán, Roger Torrent, también fueron protagonistas y fueron arropados por dirigentes soberanistas.

Las portavoces de los posconvergentes y los republicanos, Elsa Artadi y Marta Vilalta, aprovecharon la ocasión para hurgar en lo que consideran «una deriva autoritaria del Estado» y pidieron la excarcerlación inmediata de los presos. Ambas rehusaron comentar el estado de las negociaciones para forjar un nuevo Gobierno en Cataluña y se centraron en congratularse de que la marcha fuese «transversal» y «plural».

De lo mismo se vanaglorió el líder de los Comunes Xavier Domènech, que apeló a seguir en esta línea de consenso y apertura de miras. Torrent, que también se enorgulleció de la respuesta en la calle después de pedir un «frente antirepresivo», afirmó que «cuando se es plural y transversal se es imparable». A su vez, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, y el vicepresidente de Òmnium Cutural, Marcel Mauri, ensalzó la «respuesta del pueblo de Cataluña» y pidió al Estado «que pare la represión».

MÁS ENTENDIMIENTO

Por su parte, las entidades impulsoras de la plataforma y concretamente los sindicatos urgieron a los partidos a formen ya un gobierno en Cataluña. El secretario general de CCOO, Javier Pacheco, y el de UGT, Camil Ros, pidieron acabar con la «política de bloques», a la vez que llamaron a «tender puentes» en forma de «espacios de entendimiento y convivencia» que permitan levantar el 155 que «impide el crecimiento económico y las políticas sociales».