La actualización de las pensiones con arreglo al IPC es una de las grandes reivindicaciones de la oposición, que ha hecho bandera de esta iniciativa durante los últimos meses, pero ahora que el Gobierno se ha comprometido a dar ese paso, dentro de la negociación presupuestaria con el PNV, los partidos cargaron contra las formas empleadas por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. El PSOE acusó al Ejecutivo de usar a los jubilados como «mercancía electoral». Unidos Podemos ironizó sobre la «magia» empleada por Montoro que ve posible esta medida cuando «antes» decía que no había fondos.

«¿No había dinero para que los pensionistas no perdieran poder adquisitivo y ahora sí lo hay?», se preguntó durante el debate de las enmiendas a la totalidad el portavoz de Hacienda del PSOE, Pedro Saura. «Están usando a los pensionistas para la negociación política. Es un escándalo lamentable utilizar a los pensionistas como mercancía electoral. Las pensiones no son una mercancía, son un derecho», añadió.

CRÍTICAS A CIUDADANOS / Los socialistas atacaron al Gobierno por el flanco social, pero también se dirigieron a Ciudadanos, que apoyará las cuentas, por su «trilerismo político». Para Saura, el partido naranja «dice una cosa por la mañana y hace otra por la tarde». Al votar a favor de estos Presupuestos, continuó el diputado del PSOE, Albert Rivera «está también apoyando unas cifras decepcionantes para luchar contra la pobreza infantil y el incumplimiento del Gobierno con las mujeres en la lucha contra la violencia de género».

Las cuentas de este año, concluyó Saura, provienen de un Gobierno «acorralado por la corrupción», cuyo objetivo es «jibarizar» el Estado y «competir en el exterior devaluando salarios y condiciones laborales».

Para Podemos, el alza de las pensiones, que subirán este año el 1,6% como mínimo, pone de manifiesto el impacto de las multitudinarias protestas de los jubilados en toda España durante los últimos tiempos. «Movilizarse en la calle, sirve», señaló Alberto Garzón. Los morados rechazaron las cuentas, en una línea similar a la del PSOE, porque consolidan los «recortes» y a los colectivos beneficiados solo les ofrecen «migajas».

El debate se hizo algo más bronco con la intervención de los grupos independentistas. Desde ERC, Joan Tardà acusó al Gobierno de de «acojonar a los catalanes» hasta con los Presupuestos, para que «en al menos 20 años» no vuelvan a intentar lograr la secesión. El discurso del republicano fue más político que económico. «Contra los españoles no tenemos nada; contra su política económica y su concepción de España, lo tenemos todo. Hoy le pregunto yo a usted: ¿Qué tienen en contra de Cataluña para confeccionar estos Presupuestos tan anticatalanes?», preguntó Tardà a Montoro.

El diputado del PDECat Ferran Bel consideró que la verdadera «enmienda a la totalidad la han presentado los diputados del PNV», al corregir la partida de las pensiones.