La teoría del eterno retorno plantea una concepción circular del tiempo. Formulada por primera vez desde el estoicismo, la han recuperado posteriormente autores como Friederich Nietzsche en Así habló Zaratustra o series como Dark. Pero si hay una serie que le hace continuos homenajes es The Process, que estos días vuelve al enero del 2016 con el bloqueo de la CUP a la investidura de un convergente y la sombra amenazante de una repetición electoral.

Los anticapitalistas anunciaron que no investirán a ningún candidato autonomista. Así se lo trasladó Carles Riera a Roger Torrent en el inicio de la ronda de contactos del presidente del Parlamento catalán, tras la que el republicano propuso a Sànchez como candidato para la investidura, a petición de JxCat y ERC, aunque sin poner fecha.

«La CUP no ha vetado a ningún candidato, no ha vetado a Jordi Sànchez. No hablamos de ningún nombre porque no estamos en esa fase. Estamos en la fase de hablar de programa político. Y en esto hay un profundo desacuerdo entre JxCat y ERC por un lado y la CUP por otro», comentó Riera después del encuentro. «Podríamos valorar cualquier nombre para poder hacer un programa de acción republicana; cualquiera que sea para llevar un programa autonómico tendrá nuestra abstención», advirtió.

OTRAS OPCIONES / Tras recordar que hasta el paso al lado de Carles Puigdemont estaban dispuestos a investirlo, explicó que con su abstención se abrían posibilidades en segunda vuelta. «Hay una opción que la CUP no desea ni valida. Que Puigdemont y Toni Comín renunciaran a su escaño, que sería una deslealtad. La opción viable sería que delegaran su voto. Si la JxCat, ERC y la Mesa no están dispuestos a asumir este pequeño acto de desobediencia, ¿cómo seremos capaces de otras desobediencias?».

Dicho de otro modo, o JxCat y ERC se mantienen en la vía unilateral de choque frontal o no contarán con los cuatro votos anticapitalistas. Y ello, se supone, precipitará la convocatoria de nuevas elecciones a cargo, gracias al mantenimiento del artículo 155, de Mariano Rajoy.

De momento, ni republicanos ni convergentes se plantean forzar el voto delegado. Menos para una investidura de Sànchez que el Tribunal Constitucional podría impedir a partir de hoy, cuando empiece a debatir el recurso del Gobierno a la investidura de Puigdemont. El no a una investidura sin el candidato presente en el hemiciclo podría ser no solo aplicable al expresidente huido sino también el expresidente de la ANC preso.

Si Puigdemont renunciara al escaño completaría la segunda parte del paso al lado que hizo Artur Mas en su día, que no solo aceptó no repetir como president, sino que también dejó su acta de diputado. Eso no garantizaría la investidura, porque nada asegura que la CUP no pudiera cambiar de la abstención al no.

De momento, el diálogo de la CUP con JxCat y ERC está interrumpido, como reconoció Riera tras una reunión de solo 16 minutos con Torrent. Y los cuperos solo lo retomarán si se avanza hacia la república. En este punto, lanzó un aviso a los otros dos partidos independentistas. «A ver si alguien de ERC y JxCat se atreve a ponerse ante los dos millones de personas que votaron el 1-O, después de que hubiera más de 1.000 heridos», dijo, sobre las declaraciones de algunos líderes independentistas ante el juez en las que señalaban que la DUI fue solo simbólica.

La oposición sigue reclamando que se desbloquee de una vez por todas la investidura. Xavier Domènech, convencido de que «esta ronda de investidura no será la última», instó a los independentista a que pongan «candidaturas reales sobre la mesa» para recuperar las instituciones y eliminar el 155..

El TC debatirá también hoy el recurso del PSC sobre el plazo de máximo para la investidura y que podría activar la cuenta atrás.