La nueva ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, se mostró convencida de que conseguirá «un gran pacto» para la reforma y defensa del sistema público de pensiones en el marco del Pacto de Toledo, en el Congreso de los Diputados. Así lo subrayó ayer en el acto de toma de posesión de su cartera ministerial de manos de su antecesora, Fátima Báñez. «Están las bases sentadas» para lograrlo, dijo la flamante titular de Trabajo. Fraguar pactos en el Parlamento o fuera de él con los agentes sociales es la vía que le queda a la nueva ministra para dar algún curso a la potente agenda social del PSOE en materia laboral y de pensiones en un contexto de clara minoría parlamentaria. Ya advirtió de ello el propio Pedro Sánchez en el debate de la moción de censura. «Hay que ser muy conscientes de lo que se le puede pedir o no al Gobierno en lo relativo al nuevo estatuto de trabajo y a derogar las contrarreformas del sistema público de pensiones», reconoció el ahora presidente del Ejecutivo sin renunciar a ello para el futuro.

Tal vez por eso, Valerio no coloca ahora en primer término el impuesto a la banca y a las transferencias financieras internacionales con los que el PSOE propone contribuir a financiar las pensiones.