La riqueza de España, medida bajo el indicador del Producto Interior Bruto (PIB), representó en el 2017 el 7,6% de la riqueza total de la Unión Europea. En el club de los 28 estados ostenta el quinto puesto como país con mayor PIB, posición que dado el tamaño de su economía conserva desde su ingreso en la Unión, según los últimos datos publicados por la Oficina Estadística de la UE, Eurostat. No obstante, el estallido de la crisis financiera tuvo un efecto diluyente en el peso de España dentro de la riqueza de la UE. Efecto que la recesión no tuvo en economías como la de Alemania o la del Reino Unido.

El comportamiento del PIB español dentro de la comparativa europea ha seguido pautas de países como Francia o Italia, que han perdido, respectivamente, 0,8 y 1,6 puntos, respectivamente. En concreto, el PIB español representaba en el 2009, un año después del estallido de la burbuja inmobiliaria y de la crisis financiera, el 8,9% del total del PIB europeo. Dicho máximo histórico es de 1,2 puntos inferior al 7,6% del ejercicio del 2017.

Por orden de mayor riqueza, Alemania es la primera economía de la UE, concentrando el 21,3% del PIB europeo. Le siguen Reino Unido (15,2%), Francia (14,9%), Italia (11,2%) y luego España (7,6%).

El gran beneficiado del proceso de redistribución de la riqueza relativa dentro de la UE fruto de la reciente recesión ha sido Alemania. En los últimos ochos años el peso de su economía sobre el conjunto de la UE ha ascendido casi en igual proporción que el descenso que ha experimentado la española. Los datos muestran que en el 2009, momento álgido de economías como la española, francesa o italiana, el PIB alemán representaba el 20%. Hoy es 1,3 puntos superior.

El resto de economías de menor tamaño y peso han experimentado, de forma generalizada, entre pequeños ascensos o estancamientos en dicho periodo. Suecia ha escaldado cuatro décimas hasta el 3,1% del 2017; Polonia dos, hasta el 3%, o Bélgica también dos, hasta el 2,9%. La excepción la ha registrado Grecia, con un descenso pronunciado del peso de su economía, que en el 2009 registró su máximo histórico con el 1,9% y en cerraba el 2017 con el 1,2%.