La ministra Pilar del Castillo defiende las seis subvenciones que ha concedido a la Fundación Nacional Francisco Franco y asegura que no ha negado el diálogo sobre el archivo de Salamanca.

--Su ministerio ha concedido casi 125.000 euros en ayudas a una fundación que defiende unos postulados antidemocráticos.--La Fundación Franco no está activa políticamente, no tiene una actividad política que vaya contra la Constitución. Es básicamente una fundación que tiene unos archivos con documentos que son de interés para conocer un periodo dramático de nuestra historia. La obligación de la Administración es facilitar que esos archivos estén a disposición de los investigadores.

--Los historiadores, sin embargo, denuncian que la fundación aún impide la consulta de sus fondos.-- Si algún historiador va a la Fundación Franco, pide un documento que no forme parte de los que se están digitalizando, y obtiene una negativa, que se dirija al ministerio. Que comunique las circunstancias en que eso se ha producido y el documento que se ha pedido. El ministerio se ocupará de conocer lo que ha ocurrido y tomará medidas. Hasta ahora no ha habido ninguna comunicación de este tipo.

--El historiador Andreu Mayayo le envió el pasado 22 de noviembre una denuncia por escrito.--El ministerio no conoce ninguna denuncia donde se expresen todas las circunstancias que concurren en un caso de negativa.

--Los archivos que guardan los papeles de Salazar, Hitler o Mussolini son de titularidad pública.--Habría que ver qué contienen esos archivos. En el caso que nos ocupa, no consideramos que sea necesario. Si una cosa es operativa, no hay necesidad de buscar otra distinta. No hay nada extraño, no hay ninguna intención oculta, no hay deseo de nadie de apoyar el franquismo.

--¿El ministerio conoce el contenido del archivo? ¿Lo ha auditado?--El ministerio conoce básicamente los papeles que hay. Cuando acabe la informatización, se conocerá mejor. El ministerio no hace tesis doctorales sobre los papeles de un archivo, sino que tiene que saber cuáles son sus características generales.

--En julio, su ministerio dio por zanjado el contencioso del archivo de Salamanca frente a las demandas de devolución de documentos expoliados al final de la guerra civil.--No, fue el patronato del archivo quien lo hizo. El patronato, que está compuesto por personalidades de distinto signo, acordó por unanimidad que, ya que entre los expertos no había habido ningún acuerdo sobre los papeles que podían ser objeto susceptible de traslado, era hora de seguir hacia adelante.

--En Cataluña, sin embargo, no se ha dado por zanjado el asunto.--¿Pues qué le puedo decir?

--Si está dispuesta al diálogo.--El diálogo ha estado abierto. De lo contrario, no se habría creado una comisión de expertos.

--El argumento para negar la devolución fue preservar la unidad de archivo. Pero esa unidad se basa a su vez en la ruptura de la unidad de los archivos expoliados.--Creo que en este punto las cosas están claras. Ese archivo es el archivo de la represión, que se creó para reprimir a los que habían tenido una actitud contraria al levantamiento y al franquismo. La unidad del archivo hay que entenderla en relación con ese objetivo.