La estupefacción es generalizada entre los expertos en comunicación política, que observan cómo el partido de la ilusión se sumerge en el fango de una campaña sucia, de ataques y reproches. Los efectos del choque entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón se estudiarán en las universidades, pero nadie, aún, se atreve a validar un pronóstico para Vistalegre II. Los especialistas esperan un final de infarto este domingo, y aunque carecen del ‘tracking’ de las votaciones (comenzaron el sábado) sí esbozan un primer mapa de aciertos y errores.

A su juicio, la estrategia de Iglesias adolece de fallos preocupantes. El primero, las posiciones de partida. Opinan que el líder se equivocó al convocar la consulta en diciembre. Ganó por un resultado tan justo que obtuvo el efecto contrario al deseado y Errejón salió fortalecido. Segundo error. Jugar al ‘efecto divorcio’, poner a las bases en la tesitura de elegir entre papá y mamá, cuando los simpatizantes siempre han valorado la complementariedad de dos liderazgos diferenciados. Tercero, el terreno de disputa. Iglesias centra el discurso en su figura como líder, pero está jugando en el lugar que quiere Errejón, el de las reglas. Y cuarto, la agresividad, que puede funcionar bien en una campaña contra un adversario externo, pero en la lógica interna coore el riesgo de volverse en contra.

“En las expresiones emocionales, simbólicas y paralingüísticas se le ve enfadado, tenso, en un tono autoritario diciendo ‘Íñigo te equivocas’ y es un error encerrarse en esa faceta de padre desautorizado. Porque Errejón le está diciendo ‘papá, te respeto, pero vamos a cambiar las reglas de a qué hora se puede llegar el sábado’”, concluye Ismael Crespo, catedrático en Ciencia Política. Incide en que el secretario político ha conseguido explicar mejor que hay un debate ideológico latiendo debajo y además aparece ante la opinión pública como “víctima de un cierto maltrato psicológico de Iglesias”, como cuando se burla de su aspecto aniñado. “Iglesias es quien más ha perdido, porque creía que Vistalegre iba a ser un paseo militar”, añade.

ELEGIR ENTRE PAPÁ Y MAMÁ

Para los especialistas, Errejón -director de todas las campañas de Podemos- ha acertado en la estrategia y aplauden la idea del abrazo a Iglesias, aunque nadie se atreve a vaticinar su victoria. “Lo de ese cartel abrazándose me parece de genio, una obra maestra y la reacción de Pablo es patética. Nadie sabe qué va a ocurrir, pero Errejón puede ganar y está más cerca de lo que creemos”, opina Rafa Rubio, profesor de comunicación política y socio-director en Dog Comunicación. ¿Qué espolea la posible victoria errejonista? Que se ha recorrido el territorio con un clima de impulso desde diciembre y el error de Iglesias plantear una campaña disruptiva, sostiene.

“En el punto de partida no era de iguales, la ventaja natural era de Iglesias. Mi sensación es que en esta polarización sale favorecido el más puro, y ahí, si obligas a la gente a decantarse, tiene más a ganar Errejón. Hacer elegir entre papá y mamá cuando papá amenaza con marcharse, ese efecto divorcio, perjudica a los niños que le ven como quien rompe”, sostiene Rubio.

La asesora socia de Mas Consulting, Inma Aguilar, considera que el simbolismo de ese abrazo “aplaca presión de la ruptura y logra amabilizar su campaña”. Subraya que forzar a la militancia a escoger entre ambos puede ser un error, pero cree que el riesgo de ruptura también se le puede imputar a Errejón. “La sensación es que forman un buen equipo, el uno sin el otro no tienen tanto valor. Son muy complementarios y eso les permitía la riqueza de agregar públicos distintos”, opina.

El castigo para ambos, consideran, es la frustración de unas bases a las que conquistaron con el mensaje de que Podemos era la ilusión y no caería en la vieja política. “Es deprimente ver cómo los partidos nuevos apuntalan al viejo modelo, masculinizado, autoritario, basado en el arte de la guerra”, lamenta Aguilar. Crespo coincide en el diagnóstico. “Esto sucede porque es un partido que carece de estructuras fuertes. Es de personalidad cesarista, egos y machos alfa”.