Unidos Podemos aprovechó el debate de Presupuestos paradefender la moción de censura que registrarán este mes contra Mariano Rajoy, un mecanismo que ven como único antídoto efectivo a la “resignación” de unas cuentas públicas que abominan.

Pablo Iglesias no subió a la tribuna, pero los cuatro oradores de los morados y sus alianzas plantearon esa moción como única alternativa válida tras asumir que el presidente del Gobierno no dimitirá por más que se lo pidan. En sus discursos, dardos envenenados al PSOEpor no apoyar esta iniciativa y también al PNV por actuar como salvavidas de Rajoy.

“No quieren ustedes una moción censura para un gobierno alternativo, pero pactaron ocho reales decretos con el PP y a la vez dicen que van a ser implacables con ellos. No sé cuál es el nivel de miedo que tiene que tener PP”, ironizó el diputado Alberto Garzón. Desde las filas de En Comú Podem, Joan Mena volvió a pedir la dimisión del presidente y defendió la moción de censura como “arma del pueblo” para revocar a “uno de los Gobiernos más corruptos de Europa”.

JUEGO DE TRONOS

Cristóbal Montoro les respondió con sorna y evitó a toda costa el choque de trenes, desacreditándoles como interlocutores expertos. Entre la condescendencia y la burla el ministro de Hacienda les confesó que él también es fan de la serie Juego de Tronos, pero alega que la ficción no le lleva a creer que las instituciones sean un mundo paralelo “poseído por seres extraños” que maquinan “teorías conspirativas”.

Les acusó de vivir atrincherados en una ideología antisistema que les hace estar en contra de cualquier propuesta que proceda de otra fuerza política sin siquiera analizarla y sacó a pasear el miedo al caos que tan bien le funcionó al PP en las campañas el 20-D y el 26-J. “Su proyecto político es llegar a las instituciones y quebrarlas. Ustedes son una amenaza para la estabilidad”, les reprochó.

El portavoz podemista Alberto Montero criticó al PNV por el pacto alcanzado con el PP para dar respaldo a las cuentas. Alegó que estos no son presupuestos negociados sino “comprados”. Acusó al grupo vasco de entender el concepto de plurinacionalidad “a golpe de chequera” y le reprochó haberse dejado “comprar el voto”.

A LA GREÑA CON LOS AYUNTAMIENTOS

En lo económico, Unidos Podemos entiende que las cuentas de Montoro no lograrán trasladar la mejoría a las clases que más han sufrido la crisis y afea al Gobierno ofrecer unas cifras macro que poco tienen que ver con la realidad social. Su relación con el pueblo español está agotada. Su Gobierno y España van por caminos diferentes y usted no se ha enterado todavía”, afeó Montero al ministro de Hacienda. Le pidió que abandone su “obsesión” por el déficit público, que haga una política fiscal expansiva al nivel de otros países europeos y que cambie el modelo productivo para que la economía despegue sin dejarse atrás a la mitad del país.

El ministro respondió a los oradores morados que ni siquiera se han leído las cuentas, que “no se han enterado” y les trató con desdén. Envalentonado al final de su réplica, Montoro no pudo esconder su satisfacción cuando admitió que tiene amarrados a los ayuntamientos que gobiernan los podemistas con la ley de estabilidad presupuestaria, que les impide gastar más del crecimiento previsto para la economía (2,1% en 2017), un campo de batalla entre los consistorios del cambio y el Gobierno.