La Generalitat de Cataluña mantuvo un «servicio ilegal de espionaje» de los Mossos d’Esquadra sobre «partidos políticos, activistas, personajes públicos o privados, entidades y plataformas, todos ellos de marcado perfil unionista o constitucionalista», según los informes de la Policía Nacional entregados a la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.

Ese «departamento de espionaje ilegal», como lo definen en su oficio 3022/2017, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, «puso en marcha una serie de acciones con miembros de ese cuerpo para realizar tareas de vigilancias, seguimientos, así como grabaciones de conversaciones y toma de fotografías, de personas del ámbito político, periodístico, empresarial y social, que pudieran ser una amenaza para el proceso soberanista que estaba poniendo en marcha la Generalitat de Cataluña».

El informe analiza todos los documentos que agentes de la Comisaría General de Información de los Mossos d’Esquadra iban a destruir el 26 de octubre en la incineradora de Sant Adrià del Besòs. Asegura que la Generalitat «quería tener perfectamente controladas» a personas contrarias a la independencia de Cataluña y que lo hizo de forma ilegal y empleando fondos reservados (161.101,22 euros en el 2015).

Entre las notas y grabaciones que iban a ser quemados por los Mossos, la policía recuperó cuatro folios escritos a lápiz sobre la denominada Operación Cataluña, que hacen referencia a una «boda en Madrid de la familia [del abogado] Fuster Fabra».

Según las anotaciones, en el banquete estuvieron «Blas, Pino [dos comisarios de policía], Cierco [accionista del Banco de Andorra, en el que la familia Pujol ocultaba dinero], Fuster Fabra y sus mujeres, en la mesa estaba también Albert Rivera».

Otro de los informes contaba otra boda, esta celebrada en Marruecos, de una persona de confianza de Mohamed VI, en agosto del 2015, e informaba «de los asistentes políticos catalanes y españoles». El documento recoge que allí estuvieron una persona de confianza de Jorge Moragas, entonces jefe de Gabinete de Mariano Rajoy, junto a María José Elices, exsenadora socialista, y el fiscal antidroga de Tarragona, Ángel Vilafranca.

Los Mossos iban a quemar también unos «papeles rotos» en los que figuraba la «comunicación del desplazamiento y dispositivo de seguridad del mes de mayo de actos en Cataluña de la vicepresidenta del Gobierno, doña Soraya Sáenz de Santamaría». También, informes sobre actos convocados por Sociedad Civil Catalana en los que se había «identificado a miembros del PP, Ciudadanos, periodistas, etc». La Comisaría General de Información de los Mossos vigiló la manifestación convocada el 19 de marzo en Barcelona. Realizó un informe «reservado», de 14 páginas. Identificaron a Carlos Carrizosa, Susana Beltrán y Sergio Santamaría, diputados de Ciudadanos; Alberto Fernández Díaz, presidente del PP catalán; el periodista de Antena 3 Albert Castillón, y Mariano Gomá, presidente de Societat Civil Catalana.

Los Mossos concluyen que «el número de personas vinculadas a Ciutadans ha crecido en los últimos años, han sabido movilizar personas mediáticas relacionadas con medios de comunicación como políticos en activo de partidos de centro derecha». Y añaden que «tanto SCC como el resto de entidades contrarias al proceso soberanista han intensificado su ofensiva».

Los Mossos d’Esquadra también trataron de quemar documentación sobre su seguimiento realizado a varios periodistas, especialmente de El Confidencial. «Dicho informe se efectuó con la finalidad de obtener información personal de los periodistas reseñados, dada la línea política del medio de comunicación para el que trabajan o han trabajado: de carácter constitucionalista y no afín al proceso independentista, desconociéndose quién efectuó dicho informe y a quién iba dirigido», concluye la policía al respecto.

ESTÁN TODOS PODRIDOS / El departamento de los Mossos también trató de destruir el listado de los 53.000 socios de la ANC con nombres y apellidos, su correo electrónico y DNI, documentos sobre el caso Pujol, varios informes sobre la organización independentista Arran y un dosier sobre los anticapitalistas de la CUP.

En una carpeta denominada «audios» se recuperó una «grabación con sistema oculto donde se identifica al eurodiputado de Convergència Democràtica de Catalunya, Ramon Tremosa, con un grupo de personas desconocidas donde Tremosa informa de que Alfons López Tena, Quim Arrufat y David Fernàndez Ramos trabajan per a l’altre banda (para el otro bando) y habla de descabezar la cúpula de Convergència, Esquerra Republicana y la Asamblea Nacional Catalana que, según cita, «estan tots podrits» (están todos podridos)».