Tras más de seis años de Gobierno de Mariano Rajoy y a catorce meses de la próxima gran cita electoral, el PP ha decidido pisar el acelerador con la reforma de la financiación autonómica y ultima su propuesta para presionar al PSOE y tratar de llegar a un acuerdo antes del verano.

Ésa es la intención del partido, según han asegurado a EFE fuentes de la dirección nacional que admiten, en cualquier caso, que será difícil lograrlo, mientras que varios dirigentes regionales son aún más pesimistas y no creen que vaya a haber ya en esta legislatura un nuevo modelo de financiación autonómica, porque no se dan las condiciones para buscar o lograr el consenso.

Desde la calle Génova, aseguran que el PP tendrá cerrado el documento con su propuesta de reforma antes de la Semana Santa, con la intención de empezar a hablarlo con el PSOE a la vuelta de este descanso.

Reconocen que para que se apruebe un modelo antes del verano sería necesario intentar pactar con el PSOE durante el mes de abril y después ir al detalle en la negociación entre Gobierno y comunidades autónomas para cerrarlos antes de las vacaciones.

En la dirección 'popular' creen que es la única forma de alcanzar un acuerdo en esta legislatura, porque después del verano los partidos estarán en precampaña y no habrá intención de negociar.

El pasado 13 de febrero, Mariano Rajoy se reunió con la cúpula del partido y sus líderes regionales y les encargó tener cuanto antes un documento consensuado sobre financiación autonómica y local con el que poner al PSOE una oferta sobre la mesa.

No está siendo fácil llegar a ese consenso interno, y por el camino ha habido alguna tensión, como cuando los presidentes 'populares' de Galicia y Castilla y León firmaron con los socialistas de Asturias y Aragón una declaración institucional pidiendo que la financiación ayude a frenar el "grave" problema de despoblación que sufren.

Aquella declaración, según han admitido fuentes 'populares', molestó a los dirigentes de comunidades de muy distinto perfil -como la Valenciana o la de Murcia-.

Pero hace solo dos días, en Valencia, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la del PPCV, Isabel Bonig, aseguraron que no habría enfrentamiento interno y que sería posible el consenso inicial para negociar con los socialistas.

Desde Génova aseguran a EFE que el documento del PP que verá la luz en menos de dos semanas no será "ni vago ni inconcreto", aunque admiten también que no puede ser "ultraconcreto" porque entonces no lo apoyarían todos los dirigentes 'populares'.

Y recuerdan en el partido que el documento puede ser de compromisos, pero sin cifras, porque el detalle lo negocia el Gobierno con las comunidades en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

La cuestión, insisten, es trasladarlo pronto al PSOE para buscar una negociación en los meses que quedan hasta el verano.

Desde que Rajoy dio el mandato, el PP ha celebrado varias reuniones en las que ha habido representación del Gobierno central y los autonómicos, y con portavoces de Hacienda de los parlamentos regionales, e insisten en el PP el que el texto está ya avanzado.

Pero son muchos los obstáculos, reconocen unos y otros, para llegar a un consenso con los socialistas.

El primero de ellos, los presupuestos: si no se aprueban las cuentas del Estado es casi imposible abordar la reforma del modelo.

Y el segundo, y no menos importante, la disposición del PSOE. En la dirección 'popular' creen que una reforma antes del verano beneficiaría a ambos partidos y no entorpecería la precampaña a partir de septiembre.

Otra cosa es que a los socialistas les convenga, y sobre todo, que a su líder, Pedro Sánchez, "se lo permita Susana Díaz", porque cabe la posibilidad de que la presidenta andaluza convoque elecciones en otoño y quiera utilizar la falta de acuerdo como arma con la que pelear en las urnas, apuntan.

En cualquier caso, Génova asegura estar dispuesta a intentarlo.

Pero otros en el partido no solo no lo ven posible e, incluso, consideran que no merece la pena ni probar.

Así lo apuntan varios dirigentes regionales, que ven el ambiente político demasiado enrarecido como para buscar siquiera el pacto. Uno de ellos, incluso, lo considera una pérdida de tiempo.

También advierten de que el problema no está solo en negociar con el PSOE, sino en buscar el "encaje de Cataluña" en el modelo.

Y dada la situación actual, cuando todavía no hay Govern y siguen los procesos contra dirigentes independentistas, tampoco ven adecuado abrir ese melón.

Eso sin olvidar, como apunta otro 'barón', que cada vez le es más difícil al PP y al Gobierno tener la iniciativa para acometer grandes reformas, ante la poca disposición para el acuerdo por parte de sus rivales en el Congreso, y se pregunta si merece la pena llevarse otro "varapalo".

Pese a todo, en Génova aseguran que hay que intentarlo, y quieren que ponerle al PSOE su documento sobre la mesa para que "se moje" y exponga también cuál es su modelo.

Otra cosa es que eso permita sacar adelante el nuevo modelo que todos dicen querer y que lleva varios años de retraso.