La letra pequeña de los acuerdos que el PP ha firmado con algunos de sus socios como Unión del Pueblo Navarro (UPN) o el Partido Aragonés (PAR) para ir juntos a las elecciones evidencian que los populares, más allá de que esquiven el tema en sus comparecencias públicas, cuentan con que la próxima legislatura puede ponerse en marcha una reforma constitucional en la que tendrán que participar de un modo u otro. Y que defienden buena parte de las formaciones políticas que concurrirán a una inminente cita con las urnas en la que, según parece, tampoco está vez habrá mayorías absolutas.

“El Partido Popular y el Partido Aragonés acuerdan que si en la legislatura se acometiera una modificación de la Constitución que afecte al modelo territorial y, asimismo, se impulsa la revisión del modelo de financiación autonómica, un senador del PAR colaborará en los trabajos preparatorios, que fuera de las comisiones y ponencias institucionales, se efectúen en el seno del grupo popular del Senado”, reza el punto noveno de las claúsulas del pacto para alcanzar una coalición electoral frente a las elecciones generales del 26 de junio, que han sido remitidas a la Junta Electoral Central.

En lo que concierne al acuerdo que sustenta la alianza de los populares con UPN, también hay alusiones a esa futura modificación de la Carta Magna. “Los partidos coaligados manifiestan su apoyo al amejoramiento del Fuero como expresión inequívoca de la voluntad del pueblo navarro y manifiestan, igualmente, su compromiso para promover y votar a favor de la eliminación de la disposición transitoria cuarta de la Constitución española, en una eventual reforma de la misma”, se aduce en los ‘objetivos de la coalición’.

RÉGIMEN FORAL

Cierto es que la única alusión concreta que Rajoy ha hecho en los últimos meses a sus intenciones ante una posible reforma fue, precisamente, en Navarra. Allí rubricó personalmente el acuerdo con su homólogo en UPN, José Javier Esparanza, y ante los medios de comunicación se comprometió a apoyar algún día laderogación de esa disposición constitucional que deja la puerta abierta a la posibilidad de la anexión de Navarra a Euskadi.

Ahora se sabe que el compromiso ha quedado en negro sobre blanco reflejado en un texto que, ante las demandas que a medio plazo pudieran hacer partidos como Ciudadanos, exige también garantías de respeto al régimen foral, “expresión de los derechos históricos del antiguo reino de Navarra”, y a mantener “el convenio económico como instrumento adecuado para asegurar la libertad, estabilidad, cohesión y desarrollo del pueblo navarro”.

Con el PAR también se entra en ciertos detalles sobre la modificación del sistema de financiación que está pendiente de revisión: el PP se compromete a defender desde el Gobierno un modelo “que sea justo con Aragón” y que atienda peculiaridades como “la baja densidad de población, su dispesión o envejecimiento”.

DISCREPANCIAS EN PRIVADO

Existen otro tipo de claúsulas en los documentos que Mariano Rajoy ha suscrito con sus socios electorales. Así, tanto con UPN, como con el PAR como con Foro Asturias queda establecida la obligatoriedad por parte de los aliados del PP de apoyar la investidura del candidato popular en caso de que se produzca y de apoyar sus políticas a lo largo de toda la legislatura. “Asimismo, se garantiza el apoyo al PP ante una eventual moción de censura”, se recoge además de modo preventivo y ante la previsible fragmentación del arco parlamentario.

Concretamente con las organizaciones asturiana y navarra, se agrega otro punto en el texto del pacto en el que se avala la petición de “exponer en privado” al propio Mariano Rajoy cualquier discrepancia que pueda surgir durante la campaña o el periodo postelectoral, sin airear diferencias ante la opinión pública.