Bronca monumental en el debate de la moción de censura de Podemos contra Cristina Cifuentes en la Asamblea de Madrid. El PP ha sacado su lado más provocador para arrastrar a los morados, hasta convertir el pleno en una olla a presión en la que se cuecen acusaciones, cinismos y venenos enconados. La presidenta de Madrid, presente en el pleno, no ha intervenido en toda la mañana y ha dejado en manos de los portavoces de su partido unos discursos cargados de exapruptos. El reglamento permite que tome la palabra en cualquier momento.

La tensión se la elevado especialmente con las intervenciones hirientes del consejero de Presidencia, Ángel Garrido, que ha desplegado un alegato de totalidad contra Podemos enarbolando el delito de financiación ilegal a través de Venezuela y tratando de desacreditar a un partido al que acusa de ser "estalinista" y "totalitario". La candidata alternativa, Lorena Ruiz-Huerta, ha criticado los casos de corrupción del PP en un largo discurso leído para presentar su propuesta de Gobierno.

El jefe de los morados, Pablo Iglesias, ha opinado que el PP se "retrata" con esta respuesta como una "formación totalitaria de extrema derecha" y ha pedido a Mariano Rajoy que tenga la "gallardía" de responderle en la moción de censura en el Congreso de los Diputados, el próximo martes 13-J.

Garrido ha calificado la moción de censura de “feria de las vanidades orquestada para la puesta de largo de Ruiz-Huerta”. Ha definido esa “puesta de largo” según una acepción que dice haber encontrado en Google, con una visión tan machista que los podemistas se han revuelto entre la perplejidad y el enfado. Garrido ha explicado que esa expresión la empleó el líder de Podemos en Madrid, Ramón Espinar, para describir la moción de censura el pasado lunes.

BESOS Y BECARIOS

Arriba, en la tribuna de invitados, la cúpula del partido: Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero e Irene Montero, escuchando perplejos la intervención del PP, que les ha acusado de corruptos por financiarse a través de Venezuela, entre otras críticas. Al exnúmero dos le ha tildado de ser "el becario más famoso del mundo tras Monica Lewinsky" por su polémica en la Universidad de Málaga; se ha burlado de la corta edad de Montero y ha afeado a Monedero sus ingresos por asesoría en Latinoamérica. A los lomos de un discurso durísimo les ha llamado "totalitarios", ha criticado que Carolina Bescansa llevase a su bebé al hemiciclo del Congreso y se ha burlado del beso entre Iglesias y Xavier Domènech.

También ha asegurado que Iglesias, a quien ha llamado "líder supremo" quiere que Telemadrid establezca un convenio de colaboración con países “que lapidan a mujeres”.

El portavoz del PP Enrique Ossorio ha elevado aún más los ataques y ha acusado a los dirigentes de Podemos de “abusadores sexuales de menores y tráfico de drogas”.

La moción de censura no prosperará porque Podemos no ha conseguido amarrar los apoyos necesarios (mayoría absoluta). Para los morados es un ensayo general de la iniciativa que Iglesias llevará al Congreso de los Diputados el próximo martes 13-J.