Conscientes de que las elecciones francesas pueden amenazan con regalar a la ultraderecha un Gobierno en el corazón de Europa, los partidos españoles -salvo Podemos- se alinearon este lunes para pedir a los electores del país vecino que frenen a Marine Le Pen enla segunda vuelta de las presidenciales.

PP, PSOE y Ciudadanos reclamaron el voto para el centrista Enmanuel Macron. Unos, populares y naranjas, presumieron y compitieron por proximidad al ideario del candidato de En Marche!, que quedó primero en las votaciones del domingo. Los socialistas, a pesar de las diferencias de programa que mantienen con el liberal, situaron como bien superior evitar que el gobierno francés caiga en manos del nacionalismo xenófobo del Frente Nacional. Los morados fueron los únicos en desmarcarse y no pidieron el voto para Macron, contrariados porque el candidato al que apoyaron, Jean Luc Mélenchon, no pasa a la ronda final.

QUIÉN ES EL PARTIDO HERMANO

El Gobierno defiende que la candidatura de Macron es la que “más se parece” al Ejecutivo español y reclama el voto para el líder de En Marche!. El ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, opina que su triunfo en las presidenciales del domingo es una “buena noticia” para la UE. También la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, hizo un guiño a Macron y señaló que de estos comicios espera que Europa salga “más fuerte y más unida” tras haber “cimentado” el proyecto europeo.

En Ciudadanos no parecen dispuestos a que el PP les robe el triunfo y reclaman a los liberales franceses como partido hermano. Albert Rivera, siguió con simpatizantes la jornada electoral desde Madrid, puso en valor los nexos de unión entre ambas formaciones políticas y aprovechó para lanzar pullas contra el Frente Nacional y contra Podemos, formaciones que busca equiparar a través del significante “populismo”. “La victoria de Macron", señaló Rivera, "es un paso hacia adelante en la reconstrucción y la reagrupación de todos los que creemos en la Unión Europea" frente a los que "quieren levantar muros y fronteras”.

MAL MENOR

La valoración fue mucho más comprometida desde el PSOE. En primer lugar porque su candidato, Benoît Hamon, se llevó un sonoro fracaso al quedar quinto, y también porque, en plena carrera por las primarias en España, los aspirantes a la secretaría general interpretaron los mismos datos en clave interna. Pidieron el voto para Macron, mal que les pese la llegada de un liberar al Elíseo, porque entienden que el objetivo superior es frenar a Le Pen, pero con lecturas distintas.

Susana Díaz defendió en que los resultados demuestran que el PSOE necesita recuperar la capacidad de ser hegemónico. “Las elecciones francesas son una demostración concluyente de que a los socialistas nos exigen alternativas solventes y para grandes mayorías”, insistió. Pedro Sánchez, reclamó un viraje. "Solo desde la izquierda y con credibilidad seremos alternativa a la derecha", defendió.

Para Podemos el duelo final Macron-Le Pen es un mal escenario.Pablo Iglesias, que apoyó a Mélenchon en el cierre de campaña, queda en una encrucijada: no quiere ni el triunfo de la ultraderecha ni pedir el voto para un liberal. Con esa doble negativa los morados apuestan por nadar y guardar la ropa, lo que les sitúa como el único partido estatal que no pide el voto por Macron.