El ministro de Economía, Luis de Guindos, cifró ayer en «unos 1.000 millones de euros» el coste económico que ha tenido la tensión independentista en la economía catalana en el cuarto trimestre del pasado año. En una entrevista en la SER, el ministro Guindos explicó que el cálculo de esta cantidad responde a la desaceleración de entre cuatro y cinco décimas del crecimiento del PIB catalán -del entorno del 0,9 % hasta el 0,4 %, que se eleva a 200.000 millones de euros. Por ello, dedujo que la crisis política en Cataluña ha podido costar ya «perfectamente» unos 1.000 millones al crecimiento económico, «castigado» por el planteamiento independentista.

Según el titular de Economía, esta desaceleración pone de manifiesto la «enorme inquietud y desconfianza» que generaron las anteriores decisiones de la Generalitat. Guindos espera, señaló, que el futuro Gobierno catalán sea consciente de estos costes y abandone la «vía unilateral», que «se ha puesto de manifiesto», considera, que «no va a ningún sitio». El ministro reclama al futuro Ejecutivo, pues, que se centre «en el día a día» y en las «necesidades básicas» de la sociedad catalana y aparque «la ilegalidad» y «la irracionalidad económica» que le ponen en contra «a toda Europa y a la comunidad internacional».

Sobre los Presupuestos del 2018, se mostró confiado en que «una vez que haya nuevo Gobierno [en Cataluña] yo estoy convencido de que el PNV estará dispuesto porque interesa a todos», aseguró.