Las discrepancias entre PSOE y Gobierno a cuenta del 155 se acrecientan y evidencian una fractura en el apoyo a aplicar el precepto constitucional que interviene las instituciones catalanas. Los socialistas abren la brecha. Este miércoles, en la sesión de control al Gobierno, el partido de Pedro Sánchez ha dejado claro que no apoyará mantener el 155 si Carles Puigdemont convoca elecciones en Cataluña.

La portavoz parlamentaria, Margarita Robles, ha exigido a Mariano Rajoy que clarifique qué hará el Gobierno en el caso que el 'president' convoque unos comicios autonómicos y ha advertido que los socialistas no creen que se deba aplicar el 155. “Si el señor Puigdemont acepta la legalidad el marco constitucional y convoca elecciones autonómicas no cabe ni políticamente ni jurídicamente la aplicación del 155 y usted sabe que el PSOE está siempre con el Estado de derecho, la Constitución y la defensa de la legalidad", ha señalado en el pleno del Congreso de los Diputados.

También le ha pedido que consensúe las distintas voces dentro del Gobierno que han emitido opiniones distintas al respecto. "Explique qué va a hacer con los Presupuestos, con la reforma de la Constitución y ponga orden en su Gobierno sobre lo que va a hacer en Catalunya”, ha reclamado.

El malestar del presidente

Rajoy , visiblemente molesto, le ha afeado que el PSOE no ha concretado todavía qué tipo de reforma quiere para la Constitución y ha admitido que su objetivo es utilizar el 155 para convocar elecciones, pero ha subrayado su enfado por los límites que los socialistas ponen ahora a la aplicación de este artículo y porque Robles ha modificado el contenido de su pregunta en la sesión de control para introducir la discrepancia en público.

"La convocatoria de elecciones en un máximo de seis meses a mí me gustaría y a usted también [en referencia a Albert Rivera] y al PSOE también, por lo menos antes", ha espetado el presidente. A preguntas del presidente de Ciudadanos, el jefe del Ejecutivo ha respondido que los comicios se celebrarán cuando la "normalidad" permita que se produzcan con "normalidad" y "todas las garantías".

El portavoz de ERC, Joan Tardà, ha advertido al presidente que si el Gobierno "persiste en la represión la gente que salió a la calle a defender heroicamente las urnas saldrá a la calle a defender pacíficamente al Gobierno legítimo". Rajoy le ha respondido que el objetivo de la aplicación del 155 es devolver la legalidad a Catalunya. "Las elecciones no serán cuando yo quiera, sino cuando se puedan convocar con normalidad", ha reiterado, tras pedir a Puigdemont que asista al Senado a explicar su posición.

La vicepresidenta expresa dudas sobre la reforma de la Constitución

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, por su parte, en reconocido que no sabe "si va a ser posible" que salga adelante una reforma de la Constitución. "Dependerá de que seamos capaces de construir un consenso", ha admitido. Además, ha precisado cuáles son las líneas rojas del PP a la hora de retocar la Carta Magna: que se respete la igualdad de todos los españoles y que prevalezca el interés general y no se busquen "metas volantes" para contentar a los independentistas.

El PSOE, por su parte, a través de su número 2, Adriana Lastra, ha pedido a Podemos y a los partidos independentistas, reticentes a participar en la comisión creada en el Congreso para modificar la ley de leyes, "un esfuerzo de diálogo no excluyente" y que se olviden de sus "vetos".

Si bien, Unidos Podemos, a través de su diputado Txema Guijarro, ha rechazado que se haga una labor de "chapa y pintura" con la Constitución, mientras se "toma al asalto Barcelona", en referencia al 155. Sáenz de Santamaría ha contestado a esta invectiva visiblemente molesta y ha manifestado que el Gobierno llevará a la ley fundamental "lo que quieran los españoles" y no sólo lo que pretenda Pablo Iglesias.